Si cuidas de una persona con pérdida de memoria, es natural que te preguntes por qué a veces olvida el pasado y, otras, no logra aprender nada nuevo.
La explicación está en la amnesia anterógrada y retrógrada, y en este artículo queremos ayudarte a entenderla.
Te contaremos qué significa cada tipo de amnesia y cómo afectan la memoria diaria, cuáles son sus causas de aparición más frecuentes y cómo distinguir los síntomas en la vida real.
Además, conocerás de qué manera impactan estas pérdidas de memoria en tu ser querido y cómo es el camino del diagnóstico y posterior tratamiento.
Haremos hincapié en el contexto específico de la enfermedad de alzhéimer; si es tu situación, ¡sigue leyendo!
¿Qué es la amnesia anterógrada y cómo afecta la memoria?
La amnesia anterógrada es un trastorno neurológico caracterizado por la incapacidad para formar y retener nuevos recuerdos después de un evento lesivo o patológico, como traumatismos craneoencefálicos y accidentes cerebrovasculares.
Este tipo de amnesia impide que la información nueva se consolide en la memoria a largo plazo, aunque los recuerdos previos al daño cerebral suelen mantenerse intactos.
Esto es debido a que la amnesia anterógrada afecta a las estructuras del lóbulo temporal medial, especialmente el hipocampo, que actúa como un sistema de etiquetado que integra la información sensorial dispersa.
Cuando estas estructuras sufren daño bilateral, la persona mantiene la memoria inmediata durante aproximadamente 30 segundos, pero olvida la información pocos minutos después.
Cómo impacta la amnesia anterógrada en la vida diaria
La amnesia anterógrada transforma completamente la vida cotidiana de las personas que la sufren, que se convierten en dependientes de otras personas para superar sus limitaciones de memoria.
Por ejemplo:
- No pueden recordar conversaciones o citas importantes a las que deben cuidar.
- Pierden la capacidad de aprender nuevas rutas o recordar direcciones.
- Olvidan donde se encuentren objetos esenciales para el día a día.
- Desconocen cómo deben preparar su comida o cuidar de su higiene.
- Repiten las mismas preguntas una y otra vez aun habiendo obtenido ya una respuesta.
A su vez, esto genera un impacto emocional profundo en ellas, ya que la incapacidad para formar nuevos recuerdos puede causar mucha confusión y afectar a sus relaciones.
Causas comunes de la amnesia anterógrada
La causa de la amnesia anterógrada suele estar en algún tipo de lesión cerebral o condición médica cerebrovascular, al contrario de la pérdida de memoria generada por enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer:
- Traumatismos craneoencefálicos o golpes en la cabeza.
- Accidentes cerebrovasculares como infartos o hemorragias.
- Infecciones cerebrales como la encefalitis herpética.
- Anoxia o falta de oxígeno cerebral.
- Intoxicación por sustancias como alcohol o toxinas como el metanol.
- Procedimientos quirúrgicos cerebrales.
La amnesia anterógrada generalmente no es reversible cuando se debe a daño cerebral estructural, aunque algunos casos relacionados con medicamentos sí pueden serlo.
Amnesia retrógrada: características y causas principales
La amnesia retrógrada es otro tipo de amnesia que se define como la incapacidad para recuperar recuerdos almacenados.
Afecta principalmente a la memoria episódica, que incluye las memorias personales y experiencias vividas.
En otras palabras: las personas pueden recordar cómo realizar actividades cotidianas, pero pierden el acceso a eventos específicos de su pasado.
Diferencias clave entre amnesia anterógrada y retrógrada
Si profundizamos en las diferencias principales entre ambos tipos de amnesia, van mucho más allá del tipo de recuerdos que borran o dejan de retener:
- Temporalidad del déficit: la amnesia anterógrada afecta la capacidad de formar nuevos recuerdos después del evento traumático, mientras que la retrógrada compromete los recuerdos anteriores al daño.
- Gradiente temporal: la amnesia retrógrada presenta el gradiente de Ribot, donde los recuerdos más antiguos se preservan mejor que los recientes.
- Presentación clínica: es más frecuente observar amnesia anterógrada sin amnesia retrógrada, pero clínicamente es más raro encontrar amnesia retrógrada aislada.
La amnesia anterógrada suele ser más grave tras traumatismos craneoencefálicos. Cabe apuntar que se dan casos en los que ambas pueden existir, como en la enfermedad de alzhéimer, que luego veremos.
Causas comunes de la amnesia retrógrada
La amnesia retrógrada es debida tanto a factores orgánicos como psicológicos, siendo las lesiones cerebrales la causa más común:
- Lesiones del hipocampo, que a menudo suceden por traumatismos craneoencefálicos, anoxia cerebral o infecciones como la encefalitis herpética, pueden borrar años de experiencia vivida.
- Enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer, demencia vascular, demencia frontotemporal y otras demencias.
- Déficit nutricional de vitamina B1, que ocasiona una amnesia retrógrada severa que puede abarcar décadas de recuerdos.
- Traumas emocionales que pueden bloquear el acceso a recuerdos.
- Envejecimiento normal, aunque es el origen menos severo.
Por causas emocionales, la memoria puede recuperarse parcial o completamente con terapia; si es por lesión estructural, los recuerdos suelen ser irrecuperables.
Síntomas comunes de la amnesia anterógrada y retrograda
Aunque los síntomas de ambos tipos de amnesia pueden manifestarse de manera distinta, comparten algunos de los que más afectan a la vida diaria de las personas:
Pérdida de memoria reciente y dificultad para formar nuevos recuerdos
En la amnesia anterógrada, el síntoma más característico es la incapacidad para aprender nueva información. Las personas afectadas pueden mantener una conversación normal, pero olvidarán el contenido pocos minutos después.
Esta dificultad se manifiesta de varias formas:
- Hacen las mismas preguntas todo el rato porque no recuerdan las respuestas.
- No pueden recordar qué día es o cuánto tiempo ha pasado.
- No logran asociar rostros familiares con nueva información (sí reconocerlos).
- Son incapaces de adquirir nuevas habilidades o retener instrucciones.
- No pueden mantener conversaciones complejas debido a que olvidan lo que se acaba de decir.
Las personas con amnesia anterógrada mantienen su memoria de trabajo funcionando normalmente durante breves períodos, pero la información se desvanece cuando deja de estar presente.
Olvido de recuerdos pasados y experiencias previas
La amnesia retrógrada presenta un patrón diferente al de la anterógrada, caracterizado por la pérdida de recuerdos ya consolidados. Los síntomas incluyen:
- Los recuerdos recientes se borran y los más remotos permanecen.
- No recuerdan eventos personales pasados.
- Pueden llegar a no reconocerse a sí mismos.
- Pierden habilidades profesionales o académicas aprendidas.
- Olvidan información personal como direcciones anteriores, números de teléfono o nombres de conocidos.
Así, se mantienen la capacidad para formar nuevos recuerdos, pero con una identidad pasada fragmentada.
Cambios emocionales y comportamentales relacionados
Ambos tipos de amnesia generan cambios en el estado emocional y comportamental de las personas afectadas. En concreto, pueden ocasionar:
- Ansiedad y frustración que derivan en bloqueos mentales.
- Sentimientos de desesperanza y pérdida de autoestima que llevan a estados depresivos.
- Mayor irritabilidad, retraimiento social o dependencia emocional.
- Búsqueda constante de información perdida.
- Cambios de personalidad.
Estos síntomas suelen ser más pronunciados en las primeras etapas tras el diagnóstico y pueden mejorar con el tiempo y la adaptación.
Diagnóstico y pruebas para la amnesia anterógrada y retrógrada
El diagnóstico de la amnesia requiere un enfoque integral que combine evaluaciones neuropsicológicas específicas con pruebas médicas para descartar causas orgánicas:
Evaluaciones neuropsicológicas específicas
La evaluación neuropsicológica de la memoria es imprescindible para establecer el tipo y grado de amnesia. Las pruebas más utilizadas son:
- Escala de Memoria de Wechsler-III: evalúa diferentes aspectos de la memoria a corto y largo plazo.
- Test de Memoria Conductual de Rivermead: para evaluar la memoria en la vida cotidiana.
- Test de Aprendizaje Auditivo-Verbal de Rey: mide la capacidad de aprendizaje y retención verbal.
- Minimental State Examination (MMSE): evalúa orientación, memoria y otras funciones cognitivas.
Para la amnesia anterógrada, además, se utilizan pruebas específicas como la memorización de listas de palabras, el test de paredes asociados y las pruebas de memoria episódica .
Pruebas médicas y de imagen para descartar causas orgánicas
En complemento a las anterior, las pruebas de imagen y médicas sirven para identificar lesiones estructurales que puedan estar causando la amnesia. Se suelen utilizar las siguientes:
- Resonancia magnética (RM): permite visualizar con detalle el hipocampo y el lóbulo temporal medial.
- Tomografía computarizada (TC): para identificar lesiones traumáticas, hemorragias o infartos cerebrales.
- Tomografía por emisión de positrones (PET): puede detectar cambios funcionales antes de que aparezcan alteraciones estructurales.
- Estudios de laboratorio: como análisis para descartar déficits nutricionales, infecciones o intoxicaciones.
Además, el protocolo marca descartar ciertas condiciones antes de realizar las evaluaciones neuropsicológicas, como alteraciones de comprensión auditiva o cualquier estado emocional que pueda afectar al rendimiento cognitivo de la persona.
Tratamiento y manejo de la amnesia anterógrada y retrograda
El abordaje terapéutico de la amnesia requiere un enfoque multidisciplinario que combine terapias cognitivas y, en algunos casos, medicamentos:
Terapias cognitivas y rehabilitación de la memoria
La rehabilitación neuropsicológica trabaja para mejorar o aliviar los déficits derivados del daño cerebral.
Por un lado, se utilizan herramientas compensatorias que ayudan al paciente en su día a día: agendas y calendarios para recordar citas y eventos importantes, alarmas y recordatorios para la medicación y las actividades diarias, libros de memoria o smartphones con aplicaciones que puedan ser de utilidad…
Por el otro, estrategias de memoria interna que tienen como objetivo mejorar la capacidad de procesamiento cognitivo:
- Aprendizaje sin error: evita que la persona practique respuestas incorrectas, presentándole la información correcta desde el inicio. Por ejemplo, si se quiere enseñar el nombre de una persona, se presenta la foto junto con el nombre completo varias veces antes de pedirle que lo recuerde, evitando así que aprenda un nombre incorrecto.
- Repetición espaciada: consiste en revisar la información en intervalos cada vez más amplios. Por ejemplo, si se aprende una nueva palabra, se repasa después de 1 hora, luego después de 1 día, después 3 días, luego 1 semana, y así sucesivamente.
- Técnicas mnemotécnicas: ayudan a codificar y recuperar información mediante asociaciones, acrónimos o imágenes visuales. Por ejemplo, para recordar una lista de compras, se puede crear una historia que conecte todos los elementos o usar la técnica de asociación visual.
Todo ello bajo el paraguas de la terapia ocupacional, que se centra en ayudar a las personas a realizar actividades cotidianas de manera más autónoma.
Uso de medicamentos y su efectividad
Actualmente, no existen medicamentos específicos para tratar la mayoría de los tipos de amnesia. Sin embargo, algunos fármacos pueden ser útiles en casos específicos:
- Inhibidores de acetilcolinesterasa: como donepezilo, rivastigmina y galantamina, utilizados en demencias como el alzhéimer. Pueden estabilizar y mejorar ligeramente la función cognitiva.
- Memantina: puede ser útil en casos de demencia moderada a severa. Su eficacia en amnesia aislada es limitada.
- Antidepresivos y ansiolíticos: para tratar la depresión y la ansiedad asociadas a la pérdida de memoria, siempre con precaución y supervisión médica.
Es importante destacar que algunos medicamentos pueden empeorar la función cognitiva, sobre todo en personas mayores, por lo que no en todos los casos se recomendarán este tipo de tratamientos.
Estrategias de apoyo para pacientes y familiares
Independientemente de si se opta por una estrategia farmacológica o no, el apoyo psicológico al paciente y a su familia debe estar presente.
Para el primero, los profesionales pondrán el foco en establecer una rutina que le proporcione seguridad y sensación de autonomía.
Para los familiares, lo primero que harán será recibir educación sobre la nueva condición de su ser querido, así como información sobre cómo pueden comunicarse con la persona afectada.
También se les conectará con grupos de apoyo en el que encontrar otras familias que estén pasando por una situación similar.
Amnesia anterógrada y retrógrada en el alzhéimer
Una casuística común tanto de amnesia anterógrada como retrógrada es la que se da en la enfermedad de alzhéimer .
En ésta, la pérdida de memoria presenta características específicas de amnesia que son visibles desde las primeras fases de la enfermedad y afectan tanto la formación de nuevos recuerdos como la recuperación de memorias pasadas.
Veamos cómo se manifiesta:
Cómo se manifiesta la amnesia en las primeras fases del alzhéimer
En los estadios iniciales del alzhéimer, principalmente en la fase leve, la amnesia se caracteriza por una profunda alteración de la memoria episódica anterógrada.
Los primeros síntomas visibles son los siguientes:
- Pérdida de memoria reciente: las personas pueden olvidar fechas importantes, hacer las mismas preguntas repetidamente y necesitar cada vez más recordatorios para actividades que antes manejaban de forma independiente.
- Dificultades de aprendizaje: aparecen dificultades para aprender habilidades nuevas y para llevar a cabo actividades que requieren juicio y razonamiento.
- Gradiente temporal de Ribot: en la memoria retrógrada, se conservan mejor los recuerdos de la infancia que los más recientes.
Además, los enfermos de alzhéimer también experimentan un deterioro de la memoria semántica, que incluye el conocimiento general, el vocabulario y la denominación de objetos.
Tratamientos para la amnesia causada por alzhéimer
Como en el caso de la amnesia que ocurre por otras causas distintas a la enfermedad de alzhéimer, la combinación de tratamientos farmacológicos y no farmacológicos es lo que mejores resultados ofrece a la hora de tratarla.
Sin embargo, en el alzhéimer sí existen medicamentos aprobados específicos para la patología y que, como hemos visto, también son útiles para la amnesia. Son:
- Donepezilo: mantiene niveles altos de acetilcolina, una sustancia del cerebro clave para la comunicación entre neuronas.
- Rivastigmina: bloquea la enzima acetilcolinesterasa, responsable de descomponer la acetilcolina en el cerebro.
- Galantamina: funciona por un doble mecanismo que inhibe la acetilcolinesterasa y también modula los receptores nicotínicos de acetilcolina.
- Memantina: regula la actividad del glutamato, cuyo exceso daña las células cerebrales, para proteger las neuronas y favorecer los procesos del aprendizaje y de la memoria.
- Lecanemab: anticuerpo monoclonal que se une y elimina las placas de beta-amiloide del cerebro, las proteínas tóxicas que dificultan la comunicación neuronal y propician el deterioro cognitivo.
- Donanemab: de manera similar al anterior, reduce la acumulación de las placas de beta-amiloide para preservar la función cognitiva.
En combinación, se emplean otras terapias no farmacológicas como la terapia de orientación a la realidad, la estimulación cognitiva y la terapia ocupacional, que tienen como objetivo mantener las capacidades cognitivas residuales, mejorar la calidad de vida y preservar la autonomía funcional el mayor tiempo posible.
Si te encuentras ante un posible diagnóstico de amnesia, recuerda que puedes (y debes) hablar con familiares, amigos o profesionales sobre lo que sientes.
Desde Sanitas aconsejamos participar en grupos de apoyo para cuidadores, pues te ayuda a normalizar tus emociones y a aprender estrategias de otros en tu misma situación.
Consulta nuestros otros consejos para afrontar el cuidado de una persona con alzhéimer, y aprende a cuidar bien. Nosotros también te acompañamos.