Los primeros efectos que la realización de un bypass gástrico tiene sobre la piel se debe fundamentalmente a la mala absorción de nutrientes que se produce tras la intervención. Concretamente la escasa metabolización de ácidos grasos esenciales y vitaminas liposolubles (A, B, E y K) hace que la piel se vuelva seca y quebradiza y descame, además de que se pierda algo de densidad capilar por caída del cabello.
A medida que se pierde peso empieza a aparecer otros signos visibles, como las estrías. Pero el cambio más significativo se aprecia cuando ya se ha perdido muchos peso y la piel empieza a verse flácida y a colgar en aquellos lugares donde había una mayor concentración de grasa: abdomen, cintura, muslos, interior de brazos, muslos, glúteos, etc. Y ello afecta de forma negativa a la autoestima personal.
Esta flacidez de la piel, que se muestra con pliegues muy marcados y caída de la piel sobrante a modo de colgajo, podría evitarse en parte si desde el primer momento se realizasen ejercicios para fortalecer los músculos y evitar que la pérdida de peso, además de la grasa se lleve por delante la masa muscular. De este modo, solo el 20% de los pacientes deberían pasar por el quirófano de un cirujano plástico para eliminar la piel que sobra y recuperar una apariencia física normal.
Hay que tener en cuenta que no todas las pieles son iguales y que la edad, la cantidad de kilos que se han perdido y otros factores, como la maternidad previa o el sedentarismo pueden determinar el resultado final en cuanto a la piel se refiere. Las personas jóvenes que se han sometido a un bypass gástrico y que han practicado correctamente el ejercicio físico prescrito por su médico en su plan posterior de adelgazamiento es muy probable que no presenten colgajos y su aspecto físico sea bueno.
En este sentido, se recomienda siempre la realización de ejercicios dirigidos a mantener y fortalecer el tono muscular de todo el cuerpo. Los ejercicios aeróbicos, como caminar o correr no son suficientes y son necesarios otros de alta intensidad específicos para cada parte del cuerpo (brazos, piernas, abdomen, cintura, espalda, glúteos, cuello, etc.)

Piel colgante
Pese a todo, especialmente en casos de obesidad supermórbidas en los que tras un bypass gástrico el paciente puede llegar a perder de 60-80 kilos, la aparición de grandes pliegues de piel en distintas partes del cuerpo puede ser inevitable, igual que la caída de pechos en mujeres que han tenido hijos previamente.
Y éste puede ser un problema que vaya incluso más allá de la pérdida de autoestima, ya que esos pliegues pueden causar problemas dermatológicos importantes como rozaduras, dermatitis irritativas, dermatitis causadas por hongos, etc.
Un problema que es especialmente relevante cuando se trata del faldón abdominal. En estos casos habrá que consultar con un cirujano plástico y valorar con él la posibilidad de someterse a una abdominoplastia o a una cirugía reconstructiva para eliminar la piel sobrante. Las cicatrices son el tributo que hay que pagar, aunque éstas siempre serán muy finas y quedarán lo más ocultas posible a la vista.