El abdomen es una de las zonas del cuerpo en las que con mayor frecuencia se produce la acumulación del exceso de grasa. La liposucción abdominal puede ser un buen medio para eliminarla, aunque en ocasiones se debe completar con una abdominoplastia para que el abdomen recupere del todo una apariencia normal y tersa. Asimismo, también puede ser necesario realizar una lipoaspiración en los costados, la espalda y el área de las crestas ilíacas para completar lo que se denomina una lipoescultura abdominal.
La liposucción sólo es suficiente cuando el paciente reúne determinadas características:
- Tener un peso normal.
- Mantener el tono muscular de los abdominales.
- Y tener una piel de buena calidad, sin apenas flaccidez, ya que de lo contrario tiene poca capacidad de retracción.
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Sólo se puede extraer con esta técnica la grasa externa, por lo que la liposucción sería ineficaz si se trata de grasa visceral (barriga alta), que sólo puede eliminarse mediante dieta y ejercicio.
La intervención debe realizarse bajo anestesia general, pues es una técnica que reviste una cierta complejidad y se realiza en zonas muy sensibles. La aspiración de grasa se realiza mediante el uso de cánulas finas conectadas a un sistema de aspiración y debe hacerse de forma muy cuidadosa, para evitar que se formen ondulaciones y/o depresiones. El objetivo es que al finalizar la intervención la totalidad del abdomen tenga un panículo adiposo del mismo grosor.
Si la piel es flácida y el tono muscular escaso, el resultado estético de la liposucción no será el deseable y es aconsejable completar la intervención con una abdominoplastia con el fin de tensar los músculos y eliminar la piel sobrante.
Tipos de liposucción abdominal
En la actualidad existen diferentes técnicas para realizar la liposucción abdominal:
- Húmeda: se introduce una se introduce solución salina fría con epinefrina para reblandecer la grasa y facilitar su extracción mediante aspiración.
- Tumescente: es similar a la anterior, sólo que se introduce una cantidad de líquido igual o mayor al volumen de grasa que se va a extraer.
- Con ultrasonidos: se aplican vibraciones ultrasónicas, bien sobre la piarte externa de la piel o bajo la misma, con el fin de licuar la grasa antes de proceder a su extracción.
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Con láser: en este caso se rompe la grasa para licuarla aplicando el láser a través de una cánula fina. Esta técnica no permite eliminar grandes volúmenes de grasa.
Postoperatorio de la liposucción abdominal
La liposucción abdominal es una de las intervenciones de cirugía estética más traumáticas, aun cuando los últimos avances han reducido su agresividad. Aún así, después de la intervención aparece un hematoma que perdurará entre dos y tres semanas en función del volumen de grasa extraído (habrá que evitar la exposición al sol hasta que desaparezca). También se produce un edema que se reabsorberá lentamente (puede tardar hasta dos y tres meses). Finalmente, algunas zonas pueden quedar acorchadas, permaneciendo insensible o hipersensibles durante semanas, aunque remitirán gradualmente.
La fisioterapia, con drenaje linfático manual y masaje, puede acelerar el proceso de remisión de los efectos de la cirugía. Asimismo, se recomienda el uso de una faja de compresión especial durante un mes, evitar permanecer sentado o en pie durante demasiado tiempo, no realizar ejercicios violentos (correr, saltar,etc.) y caminar todos los días durante una hora, repartida en paseos de 20 a 30 minutos. Transcurrido un mes desde la liposucción abdominal se iniciará la realización de ejercicios para potenciar el tono muscular.