El bypass gástrico permite eliminar entre el 50 y el 80% del sobrepeso en el primer año después de la intervención y algo más durante el segundo. Para lograrlo, la intervención quirúrgica no es suficiente, sino que es fundamental el compromiso del paciente para cambiar sus hábitos de vida en cuanto a la dieta y a la práctica regular de ejercicio físico se refiere. El tratamiento, por tanto, lleva implícita una labor de reeducación de los hábitos alimentarios y de actividad física.
Ésta es precisamente la clave para evitar recuperar los kilos que se han perdido con mucho esfuerzo y por tanto sólo hay un consejo posible: mantener una dieta equilibrada y practicar algún tipo de ejercicio de forma regular, de modo que el balance energético de calorías ingeridas y consumidas se mantenga equilibrado.
No obstante, entra dentro de los criterios de normalidad el hecho de que una vez concluido el plan de adelgazamiento que se lleva a cabo tras la realización de un bypass gástrico la mayoría de los pacientes registren una ligera recuperación de peso. Esto forma parte del proceso de adaptación a una dieta no restrictiva, aun cuando ésta sea equilibrada y se mantenga la práctica regular de ejercicio físico.
Pero se ha comprobado que en algunos pacientes el aumento de peso se mantiene en el tiempo a causa de que, por un lado, aumentan la ingesta de alimentos ricos en hidratos de carbono procesados y azúcares ocultos, así como bebidas con un alto contenido calórico. Y dejan de realizar ejercicio, además de mantener un comportamiento laxo en cuanto a los hábitos alimenticios, ya que empiezan a comer entre horas y no mantienen los horarios de comida.
Otro aspecto a tener en cuenta es que si se aumenta la cantidad de comida ingerida poco a poco el nuevo estómago se dilata, aumentando su capacidad para contener alimentos y se necesita comer más para lograr la sensación de saciedad. Sin embargo, se considera que la recuperación de peso se debe más a la ingesta de alimentos inadecuados y al hecho de no equilibrar el balance energético (relación entre calorías ingeridas y calorías consumidas) que al aumento del volumen del estómago.