Existen tres test para la demencia que se utilizan en las consultas médicas para valorar si nuestro ser querido sufre deterioro cognitivo o demencia. Ninguno de ellos es capaz de diferenciar el tipo de demencia que sufre la persona. La principal ventaja que ofrecen es que se trata de cuestionarios sencillos y fáciles de administrar por el médico de Atención Primaria. Una vez que el doctor haya confirmado sus sospechas, solicitará más pruebas para poder diagnosticar qué tipo de demencia sufre la persona. En este artículo analizamos estas tres herramientas.
Todo comienza con algo que no encaja. Tu madre o tu padre se hacen mayores. Observas que físicamente van perdiendo, que ya no tienen la misma flexibilidad, que les duele las articulaciones, que todo les cuesta más, y te dices a ti misma: “Ley de vida. Es normal, están envejeciendo”.
Pero un día ocurre algo que te deja preocupada. Eso fue lo que le pasó a Ana, la protagonista de nuestro caso.
Una mañana, Ana, mientras pasaba por harina los boquerones, escuchaba distraída contar a su madre lo mucho que le gustaba este plato a su padre.
- “¿Te acuerdas cómo me enfadaba con él porque si me descuidaba se comía la bandeja entera? Pobre”, dice su madre.
Ana la escucha mientras termina de freír el pescado.
Al cabo de un rato, cuando las dos están sentadas en la mesa con la comida servida, su madre comienza a repetir lo mismo. “Siempre que como boquerones, me acuerdo de tu padre. Te acuerdas cómo me enfadaba con él porque no paraba de comer…”
Ana la observa y le contesta. “Mamá, ya me lo has contado antes, mientras hacíamos el pescado. ¿No te acuerdas?”.
Su madre la mira y le responde: “¿De verdad? Qué cabeza la mía”.
A esa escena, le siguen otras.
Un domingo cuando le acompañaba a misa, su madre le preguntó:
-“Entonces ¿qué día es hoy?”.
-“Domingo, mamá. Todos los domingos, te acompaño a misa".
-"Claro, hija, claro. Qué cabeza”.
Ana comenzó entonces a sospechar que algo raro le estaba pasando a su madre. Pero no sabía si se trataba de un proceso normal de envejecimiento o si eran los primeros síntomas de una demencia.
Así que empezó a investigar. En una de sus búsquedas dio con Cuidados continuados en Atención Primaria a personas con enfermedad de Alzheimer, una guía práctica elaborada por la Fundación PriceWaterhourseCoopers y la Fundación Reina Sofía, y cuyo contenido ha sido creado por profesionales pertenecientes a la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología.
Los distintos tipos de test para evaluar la demencia
La guía recomienda varios test generales para facilitar la labor del médico de Atención Primaria: el test de Pfeiffer, el de MoCa y el test de los 7 minutos.
Ana analizó cada uno de ellos para identificar cuál podría ser el más adecuado para poder evaluar lo que le estaba sucediendo a su madre.
Con los resultados pensaba acudir a su médico de Atención Primaria. Sabía que la valoración del resultado final debía hacerla un profesional. “Una depresión enmascarada, una infección o una descompensación de una patología de base pueden dar lugar a resultados erróneos y, por ende, a hacer un diagnóstico equivocado de demencia”, asegura Natividad Otonín, médico del Centro Residencial Las Rozas.
Primer test de la demencia: Pfeiffer
También conocido como el test Short Portable Mental Status Questionnaire (SPMSQ). Esta herramienta fue diseñada para detectar el deterioro cognitivo en pacientes mayores.
Incluye preguntas muy sencillas, luego puede utilizarse en personas con un bajo nivel formativo y que tengan deficiencias sensoriales severas (problemas en su capacidad visual y auditiva).
Evalúa la memoria a corto y largo plazo, el nivel de atención, la orientación, la información sobre hechos cotidianos y la capacidad matemática.
Se trata de una de las escalas más utilizadas en Atención Primaria porque es breve y sencilla. Solo requiere unos cinco minutos. Es útil para detectar el deterioro cognitivo, pero no lo es para saber si la persona sufre alzhéimer u otro tipo de demencia. Tampoco es capaz de apreciar los deterioros leves ni los pequeños cambios en la evolución de la enfermedad.
Sin embargo, permite adaptar la prueba al nivel de escolarización del paciente, al incluir un error más en la puntuación final.
Es más fácil de interpretar que otros tests, como el Mini-Mental State Examination (MMSE) o el Test del reloj.
El test consiste en hacer 10 preguntas para saber si la persona, por ejemplo, tiene problemas de orientación. Se le pide que diga la fecha, el día de la semana o en qué lugar se encuentra.
También se le pregunta por su edad o sobre cuándo nació. Otras cuestiones están relacionadas con la historia reciente del país en el que vive y sobre su madre. Al final, se incluye una prueba que consiste en ser capaz de contar hacia atrás.
El cuestionario incluye, junto a cada pregunta, una columna para recoger las respuestas y otra más en la que se anota si la respuesta ha sido incorrecta.
Para que las respuestas sean calificadas de correctas, la persona no puede responder teniendo cerca un calendario, periódico u otro tipo de ayuda.
Si el individuo se niega a responder hay que marcar la pregunta como incorrecta. Se debe proporcionar el suficiente tiempo, pero si se observa que la persona no sabe la respuesta, hay que pasar a la siguiente pregunta.
Al final, se suman todos los errores que ha cometido la persona. Cada error se califica con un punto. Si la persona apenas ha cursado estudios y, a lo largo del test, ha cometido 3 fallos, se le debe quitar un punto. Por ejemplo, si ha obtenido 3 puntos porque ha tenido 3 errores, al final se le quitará un punto y se quedará con 2 puntos. Si, por el contrario, la persona tiene educación universitaria y ha cometido 3 fallos, se le añadirá un punto más a su evaluación final, se quedará, por tanto, con 4 puntos.
Puntuación:
De 0 a 2 errores= se interpreta como esa persona no tiene problemas cognitivos.
Entre 3 a 4 errores= la persona presenta un deterioro leve.
De 5 a 7 errores = la persona tiene un deterioro moderado.
De 8 a 10 errores= la persona presenta un deterioro grave.
Este test no pude utilizarse para realizar un diagnóstico definitivo sobre el deterioro cognitivo o demencia que podría sufrir la persona. Sin embargo, si la persona tiene problemas para responder las preguntas es un muy probable que tenga un deterioro cognitivo.
Segundo test para la demencia: Evaluación Cognitiva de Montreal (MoCA)
Se trata de un cuestionario útil y breve que sirve para detectar la demencia leve o el deterioro cognitivo leve.
En pacientes que ya han sido diagnosticados de sufrir un deterioro leve, ayuda al médico a identificar a los que están en riesgo de desarrollar demencia.
Consta de 30 preguntas que sirven para analizar las siguientes habilidades:
- Función ejecutiva y visoespacial: se proporciona una imagen en la que hay unos puntos señalados con unos números (1,2,3,4,5) y otros puntos señalados con unas letras (A,B, C, D, E). La persona tiene que unir los puntos alternando los números y las letras. Luego se le muestra un dibujo de un cubo tridimensional y se le pide que lo copie. Por último, tiene que dibujar una esfera de reloj y tiene que marcar una hora determinada.
- Memoria: Se le muestran imágenes de tres animales y debe decir qué animal es.
- Atención: Primero se le da una serie de números y se le pide que los repita hacia delante o hacia atrás. Luego se le proporciona una serie de letras y se le pide que elija una en concreto. Finalmente, se le dan varios números para que los reste de 100.
- Idioma: Primero tiene que repetir dos oraciones diferentes. Luego se le muestra una serie de letras mayúsculas y tiene que seleccionar todas las “A”.
- Abstracción: Tiene que identificar qué tienen en común dos cosas diferentes. Por ejemplo, qué tiene en común una manzana y una naranja o un coche y un avión.
- Recuerdo diferido: Se le dan cinco palabras y, después de cinco minutos, tiene que repetirlas.
- Orientación: Tiene que decir la fecha, el mes, el año, el día, la ciudad y el lugar en el que se encuentra.
Para completar este test se requieren unos diez minutos. La máxima puntuación es de 30 puntos.
Se considera que la persona está normal, si obtiene un resultado de 26-30 puntos.
Se considera que tiene un deterioro cognitivo leve, si tiene de 18- 25 puntos.
Se considera que tiene deterioro cognitivo moderado, si obtiene de 10-17 puntos.
Deterioro cognitivo grave, si obtiene menos de 10 puntos.
Esta prueba se empezó a emplear en el 2005 y es una actualización del test Mini-Mental State Examination (MMSE) de 1975.
Entre las ventajas que presenta este test se encuentran:
- Sencillez y brevedad
- Tiene una alta sensibilidad para detectar el deterioro cognitivo leve
- Es una prueba objetiva y menos dada a la interpretación subjetiva
- Está disponible en 35 idiomas. Cuenta, además, con una versión para personas ciegas o con discapacidad auditiva.
- A diferencia del Mini-Mental, no tiene derechos de autor, luego su uso es gratuito.
En un estudio, realizado en Reino Unido, se utilizó este test y el Mini-Mental State Examination (MMSE) para evaluar a 32 personas que cumplían los criterios diagnósticos de demencia, a 23 sujetos que habían sido identificados de tener un deterioro cognitivo leve y a 12 pacientes en los que compararon su estado de memoria, al inicio y tras seis meses de seguimiento.
Los resultados mostraron que el test Mini-mental tenía una sensibilidad del 17% para detectar sujetos con un deterioro cognitivo leve, mientras que el MoCA detectó el 83%.
El Mini-mental tenía una sensibilidad del 25% para identificar a personas con demencia, mientras que el MoCA detectó el 94%.
De las personas con deterioro cognitivo leve, el 35% desarrolló demencia a los seis meses, y todos obtuvieron, al inicio del estudio, menos de 26 puntos en el MoCA.
Tercer test para detectar demencia: El test de los 7 minutos
Este test fue diseñado, en 1998, para identificar a las personas que sufren demencia. Su principal aportación respecto a otras pruebas es que en una misma plantilla se agrupan varios test que han funcionado bien en la detección de esta enfermedad.
La prueba puede discriminar entre alguien cuya función cognitiva es normal de alguien que ya está experimentado un deterioro cognitivo.
Al igual que ocurre con otros test, esta prueba debe acompañarse de otras, dado que el diagnóstico de la demencia implica varios pasos, que permiten descartar otras causas que podrían provocar un deterioro cognitivo y que, con un correcto tratamiento, pueden revertirse.
En realidad, solo si el paciente está en condiciones normales, se realiza en menos de siete minutos, pero no requiere más tiempo que el resto de las escalas cognitivas de cribado.
Estas pruebas diagnósticas son las siguientes:
Test de Orientación Temporal de Benton
Este test cuenta con cinco preguntas básicas que miden la orientación temporal y que se utilizan tradicionalmente en un examen sobre el estado mental.
Se pide a la persona que identifique correctamente el día, el mes, el año, la fecha y la hora del día.
Esta prueba, además de contabilizar el número de aciertos sobre las respuestas, cuantifica el grado de desviación respecto a las respuestas correctas. Por ejemplo, si la persona se equivoca en la fecha, el error es de un solo punto, pero si no sabe el mes, el error es de 5 puntos.
Recuerdo libre y facilitado
Este test evalúa la memoria y la capacidad de aprendizaje de la persona tras mostrarle 16 imágenes de elementos familiares.
El ejercicio pone a prueba la capacidad de reconocer y luego de recordar lo que se la ha mostrado. A veces, se facilita alguna pista, como, por ejemplo, qué tipo de fruta está viendo. Otras veces, no se da ninguna clave.
Después de que la persona haya revisado todas las imágenes, se le propone otro ejercicio para distraerle, como recitar todos los meses del año al revés. Tras acabar esta tarea, se le pregunta si es capaz de recordar las imágenes que se le habían mostrado anteriormente.
Esta prueba sirve para distinguir la enfermedad de Alzheimer de los déficits de memoria asociados al envejecimiento porque los adultos mayores, que no tienen ninguna patología, saben aprovechar la pistas que proporciona el examinador.
Test del reloj
Esta prueba evalúa las habilidades visuoespaciales y visuoconstructivas. Ha demostrado ser muy útil en la detección del deterioro mental y la demencia.
La persona tiene que dibujar un reloj, con todos los números y con las manecillas y, posteriormente, marcar una hora determinada.
Fluidez categorial
Esta prueba evalúa la memoria semántica (en la que se almacena el conocimiento general del mundo, como hechos, ideas, palabras, resolución de problemas) y la estrategia que utiliza el paciente para recordar las palabras.
Se ha mostrado que es muy sensible para identificar el deterioro que produce la enfermedad de Alzheimer.
El paciente debe decir, por ejemplo, todos los nombres de vegetales que recuerde, y lo más rápidamente que pueda.
Por ejemplo, nombre de vegetales que recuerde, y lo debe hacer lo más rápidamente que pueda.
Links para descargarse los test para evaluar si se tiene demencia
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Referencias:
- Montreal Cognitive Assessment (MoCA) Test for Dementia. VerywellHealth