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¿Qué es la demencia?

La demencia es una enfermedad mental que se va manifestando de manera progresiva, es posible que, en fases muy tempranas, los síntomas se confundan con despistes, olvidos sin importancia o poca atención. El nivel de velocidad o progresión de los síntomas dependerá de la persona y del tipo de demencia que sufra.

La demencia es un deterioro progresivo de las funciones cognitivas como la memoria, el razonamiento, el pensamiento, la orientación, la comprensión, el cálculo, la capacidad de aprendizaje y el lenguaje. Con la edad, es normal que las funciones cognitivas se deterioren, cuesta más recordar, procesar información, aprender nuevos conceptos. Sin embargo, esto no siempre es un síntoma de demencia.

La demencia es una enfermedad que aparece poco a poco y afecta tanto a las funciones cognitivas como a la capacidad de gestionar problemas, la percepción visual, el comportamiento social e incluso al control de las emociones. Además, el rasgo característico de la demencia es que es una enfermedad que incapacita para realizar las rutinas del día a día.

La demencia tiene diferentes grados de severidad, desde el más leve hasta el más grave. En los inicios de la enfermedad los síntomas se pueden confundir con otras enfermedades o con despistes. Es posible que sean los familiares o personas cercanas las que detecten la ocurrencia, aunque el paciente lo niegue o minimice. La edad es uno de los principales factores de riesgo den la demencia. En general, más del 50% de las personas que padecen la enfermedad tienen más de 65 años. Las demencias constituyen la principal causa de discapacidad y dependencia en las personas mayores.

Criterios para el diagnóstico de la demencia

Para poder evaluar de una manera precisa los síntomas de la demencia se han establecido dos criterios de clasificación:

El CIE-10 es una clasificación internacional de trastornos mentales establecido por la OMS (Organización Mundial de la Salud) y tiene en cuenta los siguientes parámetros para su diagnóstico:

  1. Deterioro de memoria que afecta a la capacidad para registrar, almacenar y recuperar nueva información.
  2. Déficit de otras habilidades cognoscitivas, consistente en deterioro en el juicio y en el pensamiento tales como la planificación y la organización y en el procesamiento general de la información.
  3. Interferencia en la actividad cotidiana.
  4. Deben ser objetivables y no basarse solamente en quejas subjetivas. Para ello, debe obtenerse información de terceras personas y recurrir a test neuropsicológicos.
  5. Debe existir conciencia del entorno (ausencia de obnubilación de conciencia).
  6. Para que el diagnóstico sea seguro, los síntomas de la demencia deben haberse presentado al menos durante seis meses. Si el periodo transcurrido desde el inicio de la enfermedad es más corto, el diagnóstico solo puede ser provisional.

El DSM-IV es un manual para el diagnóstico de enfermedades mentales establecido por la APA (Asociación Psiquiátrica Americana) y clasifica la demencia teniendo en cuenta los siguientes parámetros:

  1. Deterioro de memoria (aprendizaje y evocación libre y facilitada).
  2. Al menos una de las siguientes alteraciones cognitivas:
    1. Afasia: pérdida del habla a consecuencia de desorden cerebral.
    2. Apraxia: incapacidad de ejecutar movimientos coordinados complejos, sin que exista lesión motora o sensorial.
    3. Agnosia: pérdida de la capacidad de transformar sensaciones simples en percepciones, por lo que el individuo no reconoce las personas u objetos.
  3. Producidas en grado suficiente para interferir en la vida social o laboral, siempre respecto al nivel funcional previo. Además, estos déficits no se presentan en el contexto de un delirio.

Alteraciones frecuentes en las personas mayores

Las personas mayores afectadas con demencia presentan alternaciones frecuentes en las siguientes áreas:

Alteraciones frecuentes en las personas mayores

Área motora

La función motora es la capacidad de ejecutar el movimiento por parte del cuerpo. Para llevar a cabo un movimiento es necesario no solo tener una forma física adecuada sino también unas capacidades cognitivas plenas. En pacientes con demencia se aprecian las siguientes alteraciones motoras.

  • Fase autónoma: al principio, los mayores son totalmente independientes en sus funciones y tienen preservadas la capacidad de equilibrio y marcha.
  • Fase de dependencia parcial: progresivamente, se produce un aumento de la discapacidad física y la dependencia funcional.
  • Fase de total dependencia: en fases avanzadas existen graves problemas de movilidad, confinando al paciente a la cama o el sillón.

Área conductual y psicológica

La demencia es una enfermedad mental que presenta alteraciones en la personalidad del paciente, así como en su conducta, humor y sueño. Dificultando la realización de actividades cotidianas. Las alteraciones mentales pueden llegar a ser mayores que las cognitivas o motoras.

Área cognitiva

La pérdida de funciones del área cognitiva se produce de manera progresiva. Al principio solo afecta a la memoria, el lenguaje y la orientación. Y posteriormente, genera déficit de atención, disminuye la capacidad de realizar funciones ejecutivas y dificulta la capacidad visoespacial, hasta llegar a un deterioro completo.

  1. Memoria: se produce una pérdida de la información que afecta tanto a los recuerdos más recientes como a la información consolidada -lenguaje, uso de los objetos, capacidad de reconocer objetos comunes y personas familiares-.
  2. Lenguaje: al principio se producen dificultades para encontrar el nombre correspondiente a los objetos de manera transitoria, así como, facilidad para perder el hilo de la conversación.
  3. Orientación: la desorientación puede ser en tiempo o en espacio. La correspondiente al tiempo afecta principalmente a sus actividades cotidianas porque olvidan el día, el mes, la estación a la que van o de la que viene, etc. Y la desorientación espacial provoca que olviden el lugar donde están, aunque sea conocido. Esta última suele manifestarse en estadios más graves.
  4. Praxias: a pesar de que las capacidades motoras estén intactas, la comprensión puede verse alterada.  Las praxias pueden afectar a la capacidad de realizar movimientos de manera consciente, articular gestos de la cara, planificar movimientos o manipular objetos. 
  5. Gnosias: al principio, la persona se pierde fácilmente en espacios poco frecuentes. Más adelante, no podrá orientarse en su propia casa, ni reconocer el baño o su propia habitación. En una última fase de la demencia, el mayor puede llegar a no reconocer a sus familiares o incluso su propia imagen en el espejo (prosopagnosia).
  6. Función ejecutiva: la resolución de problemas -tanto de razonamiento como de cálculo-, la capacidad de planificación, revisión y organización, así como, la gestión de la conducta para adaptarse a cualquier entorno social y alcanzar metas se verá afectado en fases más avanzadas.