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La demencia es una enfermedad mental que se va manifestando de manera progresiva, es posible que, en fases muy tempranas, los síntomas se confundan con despistes, olvidos sin importancia o poca atención. El nivel de velocidad o progresión de los síntomas dependerá de la persona y del tipo de demencia que sufra.
La demencia es un deterioro progresivo de las funciones cognitivas como la memoria, el razonamiento, el pensamiento, la orientación, la comprensión, el cálculo, la capacidad de aprendizaje y el lenguaje. Con la edad, es normal que las funciones cognitivas se deterioren, cuesta más recordar, procesar información, aprender nuevos conceptos. Sin embargo, esto no siempre es un síntoma de demencia.
La demencia es una enfermedad que aparece poco a poco y afecta tanto a las funciones cognitivas como a la capacidad de gestionar problemas, la percepción visual, el comportamiento social e incluso al control de las emociones. Además, el rasgo característico de la demencia es que es una enfermedad que incapacita para realizar las rutinas del día a día.
La demencia tiene diferentes grados de severidad, desde el más leve hasta el más grave. En los inicios de la enfermedad los síntomas se pueden confundir con otras enfermedades o con despistes. Es posible que sean los familiares o personas cercanas las que detecten la ocurrencia, aunque el paciente lo niegue o minimice. La edad es uno de los principales factores de riesgo den la demencia. En general, más del 50% de las personas que padecen la enfermedad tienen más de 65 años. Las demencias constituyen la principal causa de discapacidad y dependencia en las personas mayores.
Para poder evaluar de una manera precisa los síntomas de la demencia se han establecido dos criterios de clasificación:
El CIE-10 es una clasificación internacional de trastornos mentales establecido por la OMS (Organización Mundial de la Salud) y tiene en cuenta los siguientes parámetros para su diagnóstico:
El DSM-IV es un manual para el diagnóstico de enfermedades mentales establecido por la APA (Asociación Psiquiátrica Americana) y clasifica la demencia teniendo en cuenta los siguientes parámetros:
Las personas mayores afectadas con demencia presentan alternaciones frecuentes en las siguientes áreas:
La función motora es la capacidad de ejecutar el movimiento por parte del cuerpo. Para llevar a cabo un movimiento es necesario no solo tener una forma física adecuada sino también unas capacidades cognitivas plenas. En pacientes con demencia se aprecian las siguientes alteraciones motoras.
La demencia es una enfermedad mental que presenta alteraciones en la personalidad del paciente, así como en su conducta, humor y sueño. Dificultando la realización de actividades cotidianas. Las alteraciones mentales pueden llegar a ser mayores que las cognitivas o motoras.
La pérdida de funciones del área cognitiva se produce de manera progresiva. Al principio solo afecta a la memoria, el lenguaje y la orientación. Y posteriormente, genera déficit de atención, disminuye la capacidad de realizar funciones ejecutivas y dificulta la capacidad visoespacial, hasta llegar a un deterioro completo.