Por norma general, la fractura de un hueso consolida a partir de los 40 días. El objetivo fundamental de la rehabilitación de cadera en los mayores es conseguir la máxima recuperación funcional. Para ello, se debe llevar a cabo desde los primeros momentos. Así nos aseguramos de que el usuario recupere la normalidad y la independencia.
En la mayoría de los casos, los procesos de rehabilitación de cadera pueden comenzar casi inmediatamente después de la intervención quirúrgica, gracias a que se suelen utilizar técnicas quirúrgicas poco invasivas. Con ello, se evitar la atrofia muscular y se favorece el drenaje de la zona afectada, reduciendo la inflamación.
La rehabilitación de cadera para mayores debe ajustarse al tipo de intervención realizada y características de la persona. A las 24 horas, el paciente podrá empezar a apoyar el pie en el suelo con la ayuda de muletas o andador.
Inicialmente, los ejercicios de fisioterapia consistirán en flexión del tobillo, rodilla y cadera en descarga (tumbado) para tonificar los músculos y fortalecer la cadera. Cuando la herida haya cicatrizado, existen varias formas de rehabilitación para recuperarse antes, como la rehabilitación en piscina, la gimnasia pasiva o activa y la fisioterapia.
El objetivo de la fisioterapia es conseguir el máximo movimiento tras la intervención. La rehabilitación de cadera para mayores es un tratamiento que elige el paciente, conjuntamente con el médico. La recuperación total de la persona mayor puede producirse al cabo de uno o dos meses tras la rehabilitación de cadera.