El síndrome de confusión agudo o delirio corresponde es un desorden cognitivo, no necesariamente una demencia, muy frecuente en las personas mayores y que se caracteriza por una alteración del estado mental que se produce de forma aguda, pero que es reversible. En ocasiones puede ser un signo de una función cerebral comprometida o una enfermedad grave, pero también una complicación secundaria a una enfermedad o a su tratamiento. Pese a ser reversible, si no se diagnostica y trata adecuadamente puede derivar en un daño cerebral permanente e incluso en la muerte.
Frecuentemente, las personas mayores, en especial las que presentan algún tipo de demencia en mayor o menor grado, pueden sufrir un síndrome de confusión agudo secundario a alguna patología, generalmente infecciosa. Sin embargo, en ocasiones también puede ser el único síntoma producido por un infarto de miocardio.
Entre el 10 y el 60% de las personas mayores que son hospitalizadas pueden sufrir un síndrome de confusión agudo o delirio, ya sea en el momento del ingreso o durante su estancia en el hospital. Del mismo modo, sólo el 25% de los pacientes que presentan delirio tienen una demencia, mientras que el 40% de aquéllos que tienen demencia sufren un síndrome de confusión agudo.
Factores de riesgo del síndrome de confusión agudo o delirio
Aunque las manifestaciones clínicas del síndrome de confusión agudo pueden ser muy diferentes en cada caso, existen distintos factores que implican una predisposición a sufrirlo:
- El riesgo aumenta con la edad.
- Pérdida de vista y/o oído.
- Enfermedad crónica física o mental preexistente (Parkinson, demencia, depresión, etc.). La demencia aumenta 2-3 veces el riesgo.
- Reacciones adversas a drogas, incluido el alcohol.
- Factores ambientales como el exceso de estímulos, la falta de sueño el cansancio, etc.
- Trauma o cirugía reciente (especialmente de cadera).
- Insuficiencia renal o hepática, infecciones y otras patologías.
Síntomas del síndrome de confusión agudo o delirio
Una de las características del síndrome de confusión agudo es su alto grado de variabilidad de un paciente a otro, pudiéndose manifestar con diferentes síntomas, lo que dificulta el diagnóstico:
- Inversión del ritmo sueño-vigilia.
- Desorientación espacio-temporal.
- Incapacidad de mantener la atención ante un estímulo externo.
- Deterioro de la memoria reciente.
- Alucinaciones visuales que son más intensas durante la noche y que viven con miedo y angustia.
- Ideas delirantes de persecución.
- Estados de agitación e intranquilidad que se alternan con otros de somnolencia y sosiego.
- Incoherencia del lenguaje.
- Pensamiento desorganizado, fragmentado, y distorsionado.
- Alteraciones del humor.
Tratamiento del síndrome de confusión agudo o delirio
Hay que tener en cuenta que el síndrome de confusión agudo suele ocurrir en personas con enfermedades graves, por lo que se asocia a un elevado grado de mortalidad, a una estancia hospitalaria más prolongada y a un mayor riesgo de institucionalización. Si los pacientes no recuperan su condición cognitiva habitual al cabo de unos tres meses, ello puede ser signo de la progresión de una demencia previa pero que aun no se había manifestado.
El tratamiento de base debe dirigirse al control de la enfermedad que ha producido el síndrome de confusión agudo, aunque las alteraciones conductuales propias del delirio pueden tratarse farmacológicamente.