Es importante establecer diferencias entre la demencia y el alzheimer, siendo este último es la causa de demencia más frecuente en nuestro país y está directamente asociada con el envejecimiento.
Se trata de una enfermedad producida por la degeneración de las células neuronales cerebrales y que afecta principalmente a la memoria y la cognición. Aunque conlleva otros trastornos que la definen como una enfermedad crónica y evolutiva por la progresiva muerte que sufre el enfermo de células cerebrales.
Ante estos datos, es común la preocupación acerca de si el alzheimer es hereditario. Es imprescindible por tanto aclarar que existe el alzheimer hereditario, pero se da solo en parte de los enfermos. Pero la principal característica de quienes sufren esta enfermedad por estar presente esta mutación en sus genes (principalmente en el gen APOE) es que comienzan a apreciar los síntomas a una edad más temprana de la habitual, que suele situarse en los 65 años.
¿El alzheimer es hereditario? No tiene porqué serlo
En concreto, los casos de alzheimer hereditario corresponden a entre el 5 y el 10% de los enfermos en todo el mundo. Para detectar este tipo de demencia, hay que prestar atención si ha sido una enfermedad común en todas las generaciones anteriores, y ante la sospecha, es posible realizar un estudio genético. Además, la ciencia está volcada en la investigación de esta enfermedad tanto para mejorar la prevención como para oprimizar la calidad de vida de quienes la padecen.
En cualquier caso, es importante tomar medidas para prevenir o retrasar la aparición del alzheimer y todas pasan por llevar una vida saludable. Así, como en las demás enfermedades que acompañan la vejez, como pueden ser las cardiovasculares, el bienestar pasa por mantener unos hábitos que siempre escuchamos o leemos pero que a veces no llevamos a la práctica.
Para prevenir las enfermedades y molestias propias de la edad avanzada, es imprescindible una dieta saludable y variada incorporando a nuestras rutinas alimentarias productos cargados de nutrientes, y mantener una actividad física constante, evitando todos los comportamientos sedentarios. Incluso quienes lo padecen deben llevar una alimentación adecuada. Pero, en el caso del Alzheimer, también es muy importante hacer que el cerebro trabaje incrementando la actividad cognitiva. Lo que puede conseguirse por ejemplo dedicando un ratito cada día a practicar algún juego de ingenio o pasatiempo.
Para tratar correctamente el alzheimer, es relevante prestar atención a los síntomas con los que comienza a mostrarse la enfermedad, como son la pérdida de memoria a corto o largo plazo o la desorientación. Y, en el caso de poder padecer alzheimer hereditario consultar siempre con nuestro médico.
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