El encerado diagnóstico es el término con el que se conoce a una técnica por la que se planifican las reconstrucciones de dientes, sean éstas simples o complejas (carillas, coronas, puentes o implantes). Para ello se procede a la realización en cera de las piezas con las que se restaurarán los dientes, de modo que se pueda visualizar el resultado final del proceso atendiendo al conjunto de la dentadura.
De hecho, el encerado diagnóstico comporta la confección de un molde completo y articulado de ambas arcadas dentales, lo que permite construir la pieza teniendo en cuenta las dimensiones de la pieza a restaurar, su forma, los huecos adyacentes (si los hay).
El encerado diagnóstico lo realiza el técnico dental antes del tallado del diente, con el fin de evitar continuas modificaciones y evitar que el proceso se alargue.
También se fabrican unas llaves de silicona que luego serán de gran utilidad al odontólogo:
- A la hora de tallar el diente para encajar la pieza.
- Para fabricar las piezas provisionales, comprobar su ajuste y el efecto que causa en el paciente y luego realizar las correcciones pertinentes para fabricar las definitivas.
El encerado diagnóstico es imprescindible para la realización de un implante, ya que permite determinar la zona del hueso en la que debe realizarse el implante y diseñar las nuevas piezas teniendo en cuenta los registros de mordida. Todo ello es esencial a la hora de llevar a cabo la cirugía para la inserción de las tuercas de titanio sobre las que se atornillarán las prótesis definitivas, así como la confección de las mismas, de manera que se asegure una mordida correcta.