La radiografía de aleta de mordida, también conocida como interproximal, recibe su nombre del hecho de que la placa radiológica y consta de una lengüeta o aleta que se coloca entre las dos arcadas dentarias para así poder mantenerla en su sitio.
Es una radiografía que se realiza con los dientes superiores e inferiores en oclusión de un sector de la boca.
Cómo se hace una radiografía de aleta mordida
Se hace dentro del gabinete protegiendo previamente al paciente con un collarín frente a la radiación. El tubo de los rayos X se coloca paralelo al plano de mordida apuntando al punto de contacto con los dientes en oclusión y con una angulación de 5-10º con respecto al plano horizontal.
Cuándo se emplean las radiografías de aleta mordida
La finalidad de la radiografía de aleta de mordida es detectar posibles caries que estén situadas en el espacio entre dos dientes (espacio interproximal), o evaluar el estado de la corona y del tejido periodontal.
También ayuda a determinar la altura de la cresta alveolar, posibles alteraciones pulpares, ajustes de prótesis fijas, etc.