Las placas neuríticas, también llamadas placas seniles o placas amiloides, se forman en los espacios interneuronales de la sustancia gris del cerebro por el depósito de una proteína denominada beta-amiloide, que cumple funciones específicas en relación con el estrés oxidativo, el transporte del colesterol o la actividad antimicrobiana, entre otras.
Sin embargo, estos depósitos que tienen diferentes formas y un tamaño de entre 20 y 100 micras, constituyen una de las manifestaciones más características de la enfermedad de Alzheimer, aunque también están presentes en otras patologías, como es el caso de la enfermedad de Parkinson, otras demencias, enfermedad de cuerpos de Lewy, psoriasis, artioesclerosis, etc. Por tanto, no siempre se encuentran en persona con déficits cognitivos.
Un 10% de las personas mayores de 60 años tienen placas neuríticas, pero su presencia aumenta hasta un 60% por encima de los 80 años. De ahí precisamente una de sus denominaciones más comunes sea la de placas seniles y se relacione su formación con el proceso de envejecimiento.