La demencia es una enfermedad que evoluciona continuamente con mayor o menor rapidez, presentándose nuevos síntomas que se manifiestan con más o menos severidad. Del grado de progresión dependerá entre otras cosas la elección del tratamiento, tanto farmacológico como de terapia ocupacional o rehabilitación, con el que se tratará de controlar y enlentecer el desarrollo de la enfermedad.
De ahí la importancia de establecer una clasificación de las demencias según la fase de desarrollo en que se encuentran, atendiendo a las manifestaciones clínicas y considerando que no es suficiente la diferenciación de etapa temprana, media o avanzada.
¿Qué es la Escala Fast?
Se trata de una escala de evolución de la demencia. Debido a que la enfermedad de Alzheimer supone una progresión en forma de continuum tanto cognitiva como funcional, la escala FAST permite seguir graduando el deterioro y, en consecuencia, ir definiendo las necesidades específicas de tratamiento y cuidado.
Esta escala para la Evaluación de Función, es conocida como FAST por ser el acrónimo del término inglés Functional Assessment Staging. La Escala FAST fue creada por el Dr. Barry Reisberg en 1988. Reisberg, neurólogo y psiquiatra estadounidense, se especializó en el estudio de la enfermedad del Alzheimer y otras demencias.
Ésta se basa en la evaluación del grado de funcionalidad del paciente en el desarrollo de las actividades diarias y no en el estado cognitivo, como sucede con la Escala de deterioro global de Reisberg (GDS) para la evaluación de la demencia primaria degenerativa.
Objetivos de la Escala Fast
Los objetivos de la escala Fast son los siguientes:
- Evaluar la evolución de la enfermedad, ya que se puede emplear para monitorear el progreso de la demencia en el tiempo y hacer un seguimiento de la respuesta al tratamiento.
- Planificar el cuidado y con ello ayudar a determinar el nivel de asistencia y apoyo que requiere el paciente en cada fase de la demencia.
Fases de la demencia según FAST
A diferencia de otras escalas de evaluación de las fases de la demencia, centradas en las habilidades cognitivas, la Escala FAST se enfoca en la capacidad del paciente a la hora de realizar las actividades básicas de la vida diaria (ABVD).
Estas actividades incluyen:
- Vestirse
- Bañarse
- Comer
- Usar el baño
- Controlar los esfínteres
- Movilidad
- Comunicación
La escala FAST establece siguiendo este criterio funcional una clasificación de la demencia en siete fases:
- Fase 1: adulto normal. No se aprecia deterioro funcional alguno.
- Fase 2: adulto anciano normal. El paciente tiene conciencia personal de que ha sufrido algún tipo de declive funcional.
- Fase 3: enfermedad de Alzheimer o demencia temprana. En situaciones de trabajo exigentes se presentan algunas deficiencias funcionales.
- Fase 4: enfermedad de Alzheimer o demencia leve. El paciente necesita ayuda para realizar tareas complejas que antes llevaba a cabo con normalidad, como manejar la contabilidad, planear un viaje, etc.
- Fase 5: enfermedad de Alzheimer o demencia moderada. La persona empieza a necesitar ayuda para realizar actividades básicas de la vida cotidiana, excepto asearse o comer.
- Fase 6: enfermedad de Alzheimer o demencia moderadamente severa. No puede llevar a cabo el aseo personal de forma independiente, ni ir al baño solo y puede presentar por este motivo incontinencia urinaria y fecal.
- Fase 7: enfermedad de Alzheimer o demencia severa. Se pierde la habilidad del habla, reduciéndose el vocabulario a una pocas palabras. Asimismo, el paciente sufre una pérdida progresiva de su capacidad para caminar, sentarse o sonreír.
Conviene señalar que la escala de Reisberf también establece siete fases a partir del deterioro cognitivo que se va produciendo en el paciente, por lo que la aplicación simultánea de ambas escalas puede determinar una clasificación más precisa de la demencia o la Enfermedad de Alzheimer.
Limitaciones de la Escala FAST
Un hecho esencial a tener en cuenta sobre la Escala FAST es que no se trata de un diagnóstico definitivo de demencia. Por ello, no hay que perder de vista el hecho de que no todas las personas con demencia progresan a través de las etapas en el mismo orden. La demencia es una enfermedad compleja, y su evaluación debe ser realizada siempre por un profesional capacitado para ello.
