Hipertensión arterial en adultos mayores: señales, riesgos

21/07/2025
hipertensión arterial en personas mayores

La hipertensión arterial en adultos mayores es uno de los problemas de salud más comunes y, a la vez, más silenciosos. La tensión alta puede pasar desapercibida durante años, pero sus efectos en el organismo incrementan el riesgo de infarto, ictus y otros problemas graves.

Detectar y controlar la hipertensión adecuadamente es clave para proteger el bienestar en la tercera edad. Por eso, en este artículo, te explicamos cómo identificarla, sus riesgos y qué cuidados diarios ayudan a mantener la presión bajo control.

¿Por qué es tan común la hipertensión en personas mayores?

A partir de los 60 o 70 años, es muy frecuente diagnosticar hipertensión. Esta tendencia está ligada a los cambios fisiológicos que sufre el organismo con el envejecimiento, sumados a otros factores de riesgo acumulados a lo largo de los años.

Cambios en el sistema cardiovascular con la edad

Con el paso del tiempo, las arterias pierden elasticidad. Las paredes arteriales se vuelven más rígidas y gruesas, dificultando el paso de la sangre. Este aumento de resistencia provoca que el corazón necesite más fuerza para bombear, lo que eleva los valores de la tensión arterial en mayores de 70 años. Por este motivo, aunque el corazón mantenga un buen funcionamiento, la presión arterial tiende a aumentar de forma natural.

Factores de riesgo más frecuentes en la tercera edad

El sedentarismo, el sobrepeso, la diabetes, el colesterol alto y una dieta rica en sal son factores que favorecen la aparición y el empeoramiento de la hipertensión en la tercera edad. A todo ello se suma que muchas personas mayores abandonan hábitos saludables, reducen su actividad física y presentan problemas renales que contribuyen a elevar la tensión arterial.

Síntomas de tensión alta en ancianos que no debes ignorar

La tensión alta en ancianos se conoce como el “asesino silencioso” porque no siempre provoca síntomas visibles. Sin embargo, es importante conocer las señales que pueden alertar de un episodio hipertensivo o de un aumento mantenido de la presión.

¿Cómo se manifiesta la hipertensión en adultos mayores?

Algunos síntomas comunes son:

  • Dolor de cabeza persistente.
     
  • Mareos o sensación de inestabilidad.
     
  • Zumbidos en los oídos.
     
  • Visión borrosa.
     
  • Sensación de opresión en el pecho.
     
  • Fatiga sin causa aparente.
     

Si se presentan estos síntomas con frecuencia, es recomendable tomar la presión y consultar con un profesional. En muchos casos, la hipertensión arterial en el adulto mayor se detecta mediante controles rutinarios, sin síntomas previos.

Riesgos asociados a la hipertensión en la vejez

Controlar la presión arterial es prioritario para prevenir complicaciones graves. La hipertensión en adultos mayores aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares.

Complicaciones cardiovasculares más frecuentes

El corazón trabaja con más esfuerzo de lo necesario. Esto puede provocar:

  • Insuficiencia cardíaca.
     
  • Infarto de miocardio.
     
  • Ictus o accidentes cerebrovasculares.
     
  • Daño renal crónico.
     

La hipertensión arterial en ancianos acelera el desgaste del sistema circulatorio, comprometiendo el funcionamiento de órganos vitales.

Impacto en la calidad de vida y autonomía

Además de los riesgos médicos, una tensión alta mal controlada puede provocar caídas debido a mareos o descompensaciones, complicando la movilidad y favoreciendo la dependencia funcional de los mayores.

Tratamientos actuales para la hipertensión en mayores de 70

El objetivo del tratamiento es mantener la presión arterial en cifras seguras, evitando tanto la hipertensión sostenida como las caídas bruscas que puedan provocar hipotensión.

Fármacos más utilizados y ajustes necesarios

El tratamiento farmacológico suele incluir:

  • Diuréticos.
     
  • Inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA).
     
  • Antagonistas del calcio.
     
  • Betabloqueantes.
     

En el adulto mayor, es básico ajustar las dosis y realizar un seguimiento estrecho, ya que el organismo puede reaccionar de forma diferente a los medicamentos. Evitar la polimedicación es también una prioridad en este grupo de edad.

Alternativas no farmacológicas: ejercicio, dieta y más

Aparte de los fármacos, se recomienda:

  • Reducir la sal en las comidas.
     
  • Mantener una dieta rica en frutas, verduras y grasas saludables.
     
  • Realizar actividad física moderada como caminar cada día.
     
  • Evitar el alcohol y abandonar el tabaco.
     

Estos cambios en el estilo de vida refuerzan el control de la hipertensión en el anciano, reduciendo la necesidad de medicación en algunos casos.

Cuidados diarios para mantener la tensión bajo control

En la hipertensión arterial en adultos mayores, el control no se limita al seguimiento médico o la toma de medicación. Los cuidados diarios marcan una gran diferencia en el manejo de esta patología. La rutina, los hábitos y el estilo de vida influyen directamente en las cifras de tensión arterial y en el riesgo de complicaciones.

Establecer horarios regulares para las comidas, garantizar una buena hidratación y mantener una dieta equilibrada son gestos cotidianos que ayudan a estabilizar la presión. Además, es recomendable fomentar la movilidad con paseos suaves o ejercicios adaptados, evitando largos periodos de sedentarismo que agravan el problema.

El descanso nocturno es otro aspecto importante. Dormir mal o tener interrupciones frecuentes durante la noche puede aumentar la tensión arterial durante el día. Por eso, cuidar el ambiente del dormitorio y establecer rutinas de sueño favorece también el control tensional.

Por último, reducir el estrés diario es esencial. Muchas personas mayores experimentan ansiedad o preocupación, lo que contribuye a picos de tensión. Mantener una vida tranquila, realizar actividades que les resulten agradables y evitar situaciones de presión innecesaria ayuda a proteger la salud cardiovascular de forma sencilla y constante.

Qué hacer ante picos de presión en casa

Es aconsejable:

  • Medir la presión regularmente con tensiómetros validados.
     
  • Consultar al médico ante cifras repetidas superiores a 140/90 mmHg.
     
  • No interrumpir nunca la medicación sin indicación médica.
     
  • Evitar esfuerzos excesivos o situaciones de estrés no controladas.
     

En caso de valores muy elevados o síntomas como dolor torácico, dificultad respiratoria o alteraciones visuales, se debe acudir a urgencias.

En Sanitas, ayudamos a las personas a controlar su hipertensión arterial en adultos mayores, integrando el seguimiento médico, los cuidados diarios y el acompañamiento emocional, mejorando su bienestar y autonomía. Mantener una presión adecuada es cuidar el corazón, el cerebro y la calidad de vida en la tercera edad.

Miryam Piqueras Bravo

Miryam Piqueras Bravo

Directora de Gobierno Clínico de Sanitas Mayores

Contenido revisado por profesionales médicos y especializados de Sanitas Mayores.

La información facilitada por este medio no puede, en modo alguno, sustituir a un servicio de atención médica directa, así como tampoco debe utilizarse con el fin de establecer un diagnóstico, o elegir un tratamiento en casos particulares. En este servicio no se hará ninguna recomendación, explícita o implícita, sobre fármacos, técnicas, productos, etc... que se citarán únicamente con finalidad informativa. La utilización de este servicio se lleva a cabo bajo la exclusiva responsabilidad de los usuarios.

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