Se denomina síndrome de malabsorción a la incapacidad del organismo para absorber determinados nutrientes (grasas, proteínas, azúcares o vitaminas) presentes en los alimentos a través del intestino delgado.
Aunque se trata de un trastorno que puede producirse a cualquier edad, es más prevalente en las personas mayores. Además de las patologías que puedan afectar en los jóvenes, en este grupo de población hay que tener en cuenta factores propios del proceso de envejecimiento, como la pluripatología y la polimedicación.
El síndrome de malabsorción no es necesariamente consecuencia de la edad. Aunque el proceso de envejecimiento puede causar la alteración de las vellosidades intestinales, la disminución de los plexos nerviosos de las paredes del intestino (lo que origina problemas de motilidad) o el descenso del volumen de sustancias que transportan los nutrientes desde el intestino a la sangre.
Enfermedades intestinales que causan problemas de malabsorción en las personas mayores
Celiaquía
La celiaquía es una enfermedad autoinmune en la cual el gluten provoca daño en el intestino delgado, afectando la absorción de nutrientes como el hierro, el calcio y las vitaminas liposolubles. Esto puede llevar a deficiencias nutricionales severas si no se trata con una dieta libre de gluten.
Amiloidosis
La amiloidosis es una enfermedad en la cual proteínas anormales llamadas amiloides se acumulan en los órganos y tejidos del cuerpo, incluyendo el tracto gastrointestinal. Este depósito puede interferir con la absorción adecuada de nutrientes esenciales.
Enfermedad de Whipple
La enfermedad de Whipple es una infección bacteriana que afecta principalmente al intestino delgado. Puede causar inflamación e interferir con la absorción de grasas y otros nutrientes, resultando en malabsorción.
Enfermedad de Crohn
La enfermedad de Crohn es un trastorno inflamatorio crónico del tracto gastrointestinal. Las áreas inflamadas pueden no absorber nutrientes adecuadamente, especialmente en casos de afectación severa del intestino delgado.
Aumento excesivo de la flora bacteriana
El aumento excesivo de bacterias en el intestino delgado (sobrecrecimiento bacteriano) puede competir con el cuerpo por los nutrientes, causando malabsorción de vitaminas liposolubles y algunos minerales esenciales.
Esclerodermia
La esclerodermia es una enfermedad autoinmune que afecta el tejido conectivo y puede causar problemas digestivos, incluyendo malabsorción debido a daño en el intestino delgado.
Isquemia intestinal
La isquemia intestinal ocurre cuando el flujo sanguíneo al intestino se reduce, lo cual puede llevar a daño en las paredes intestinales y problemas de absorción de nutrientes.
Enfermedad hepática crónica
Las enfermedades hepáticas crónicas, como la cirrosis, pueden afectar la producción de bilis y la absorción de grasas y vitaminas liposolubles, contribuyendo a la malabsorción.
Patologías del sistema endocrino
Las enfermedades del sistema endocrino, como la enfermedad de Addison o el hipertiroidismo, pueden afectar el metabolismo y la absorción de nutrientes en el intestino.
Colestasis
La colestasis se refiere a la reducción o bloqueo del flujo de bilis desde el hígado hacia el intestino delgado. Esto puede interferir con la digestión de las grasas y la absorción de vitaminas liposolubles, contribuyendo a la malabsorción.
También puede estar asociada al uso de algunos medicamentos, determinados tipos de cáncer (como el linfoma o el cáncer de páncreas) y cirugías relacionadas con el aparato digestivo, entre ellas la cirugía bariátrica.
Síntomas del síndrome de malabsorción
Los signos genéricos de la existencia de una posible malabsorción de nutrientes son los siguientes:
- Distensión abdominal.
- Cólicos.
- Gases.
- Diarrea crónica.
- Heces duras y voluminosas.
- Atrofia muscular.
- Pérdida de peso.
Las manifestaciones clínicas del síndrome de malabsorción pueden variar dependiendo del tipo de nutrientes que no se absorben correctamente y de la ubicación del problema en el intestino delgado. Por ejemplo, la deficiencia de vitamina B12 puede ocasionar una anemia megaloblástica o psicosis paranoide, mientras que la de vitamina D originaría hipocalcemia, calambres musculares y osteoporosis. También se pueden producir anemia ferropénica (hierro), trastornos de la coagulación (vitamina K), eccemas (zinc), caída del cabello (zinc), etc.
Tratamiento del síndrome de malabsorción
Al tratarse de personas mayores, es necesario considerar diversas variables para un correcto diagnóstico, como las patologías coexistentes, los medicamentos que están utilizando (con o sin prescripción), la presencia de deterioro cognitivo, si presenta alteraciones sensoriales, etc.
Es común que se requiera el suministro externo del nutriente mediante suplementos. Sin embargo, es importante destacar que la malabsorción prolongada puede ocasionar diferentes complicaciones, como la formación de cálculos renales y biliares, desnutrición, osteoporosis, etc.
Prevención del síndrome de malabsorción en personas mayores
Los chequeos médicos periódicos permiten detectar signos tempranos como pérdida de peso inexplicable o deficiencias nutricionales, que podrían indicar problemas de absorción. Además, es fundamental revisar los medicamentos que puedan interferir con la absorción de nutrientes y ajustar la prescripción.
Se recomienda una alimentación rica en nutrientes, con énfasis en proteínas de alta calidad, vitaminas y minerales. Priorizar alimentos frescos y evitar el consumo excesivo de alimentos procesados y grasas saturadas puede mejorar la digestión y la absorción de nutrientes. La suplementación vitamínica puede ser considerada bajo supervisión médica si se identifican deficiencias específicas.