La intolerancia al gluten o enfermedad celiaca (también se la denomina esprúe celiaco o enteropatía sensitiva al gluten) es un trastorno del sistema inmunológico que permite que el gluten (una proteína contenida en cereales como el trigo, la cebada, el centeno y sus derivados) dañe las vellosidades del intestino delgado por las que se absorben los nutrientes y dificulte su función, pudiendo causar desnutrición.
Los síntomas de esta enfermedad varían en función de los casos. En los bebés, por ejemplo dificulta su desarrollo y ganancia de peso. En los más mayores ocasiona pérdida de peso, diarreas, dolor de estómago, flatulencia, fatiga y un eccema en la piel que cursa con dolor. Sin embargo, hay otros pacientes que no presentan síntomas. Unos pueden presentarlos desde la primera vez que ingieran gluten, mientras que otros pueden tardar más tiempo en desarrollarlos.
No se conocen bien las causas de la intolerancia al gluten y no existe un tratamiento curativo para el mismo, salvo la total eliminación de la dieta de todos los alimentos que contengan gluten. No obstante, parece haber un componente genético, ya que los hijos de celiacos tienen una mayor predisposición a sufrirla. De hecho, se recomienda a todos sus familiares directos someterse a un examen médico para saber si tiene o no la enfermedad, pues puede sufrirla sin que se produzcan síntomas, y cuanto más se tarde en diagnosticarla mayores son los riesgos para la salud.
El diagnóstico se obtiene mediante una analítica de sangre para medir los anticuerpos al gluten y algunas proteínas que se encuentran en el intestino. Si esta prueba da positiva, es probable que se realice una biopsia del intestino delgado.
Tratamiento de la intolerancia al gluten
El tratamiento de la intolerancia al gluten se basa en la modificación de la composición de la dieta, como ya se ha dicho, eliminando aquellos alimentos que contengan esta proteína y sus derivados (harinas, etc,).
La principal recomendación es comer alimentos frescos y recién cocinados y sustituir los derivados del trigo, la cebada y el centeno por otros similares elaborados con otros cereales. En la actualidad se comercializan muchos alimentos elaborados especialmente para celiacos. También hay alimentados envasados que tienen el distintivo de “libres de gluten” (una espiga encerrada en un círculo y una barra en diagonal), aunque esto no siempre es cierto, ya que la legislación vigente permite utilizar este término aun cuando contenga 20 parte de gluten por millón. Ante la duda, lo mejor es descartar el producto.