A medida que envejecemos, el sistema nervioso también sufre cambios. En algunos casos, estos cambios pueden desencadenar enfermedades neurológicas en adultos mayores, que afectan tanto a las funciones físicas como a las cognitivas. Identificar sus síntomas a tiempo, conocer sus causas y contar con una atención adecuada puede marcar una gran diferencia en la calidad de vida.
En este artículo, repasamos los trastornos neurológicos en adultos mayores más frecuentes, cómo se diagnostican y qué opciones de tratamiento existen.
¿Qué son las enfermedades neurológicas?
Las enfermedades neurológicas en el adulto mayor son afecciones que afectan al sistema nervioso central o periférico. Esto incluye el cerebro, la médula espinal y los nervios que controlan el cuerpo. Estas patologías pueden alterar la memoria, el movimiento, la sensibilidad o el habla.
Diferencia entre enfermedad neurológica y trastorno neurológico
Aunque a menudo se usan como sinónimos, no siempre significan lo mismo. Las enfermedades neurológicas suelen tener una causa estructural o degenerativa conocida (como el Alzheimer o el Parkinson), mientras que los trastornos neurológicos pueden referirse también a disfunciones más generales, como temblores benignos, cefaleas o alteraciones del sueño. En ambos casos, es importante el diagnóstico especializado.
Principales enfermedades neurológicas en el adulto mayor
Las enfermedades del sistema nervioso en el adulto mayor pueden avanzar lentamente o aparecer de forma repentina. Algunas afectan a millones de personas en todo el mundo y requieren un abordaje multidisciplinar.
Alzheimer y otras demencias
El Alzheimer es la causa más frecuente de demencia en personas mayores. Se manifiesta por pérdida progresiva de la memoria, desorientación, dificultad para comunicarse y cambios de conducta. Aunque no tiene cura, existen terapias que pueden ralentizar el deterioro cognitivo y mejorar el bienestar del paciente.
Parkinson y trastornos del movimiento
El Parkinson es una enfermedad neurodegenerativa que afecta principalmente al control del movimiento. Provoca temblores, rigidez muscular y lentitud. Otros trastornos neurológicos del adulto mayor relacionados con el movimiento incluyen el temblor esencial o la parálisis supranuclear progresiva.
Ictus y accidentes cerebrovasculares (ACV)
El ictus es una de las emergencias neurológicas más graves. Puede dejar secuelas importantes si no se actúa rápidamente. Sus síntomas incluyen pérdida súbita de fuerza, alteración del habla o visión borrosa. Es esencial actuar en las primeras horas para minimizar los daños.
Epilepsia y neuropatías periféricas
Aunque se asocia más a personas jóvenes, la epilepsia puede aparecer en la vejez, sobre todo como consecuencia de lesiones cerebrales previas o enfermedades vasculares. Las neuropatías periféricas, por su parte, afectan a los nervios de brazos y piernas, provocando entumecimiento, hormigueo o dolor.
Problemas neurológicos frecuentes en personas mayores
No todos los problemas neurológicos en adultos mayores se clasifican como enfermedades graves. Algunos síntomas pueden ser manifestaciones leves o transitorias, pero es importante no restarles importancia.
Dificultades cognitivas, temblores, pérdida de equilibrio
La falta de coordinación, los olvidos frecuentes o los temblores en reposo pueden ser signos iniciales de enfermedades neurológicas. Aunque algunas de estas señales se asocian al envejecimiento normal, su aparición repentina o progresiva debe evaluarse por un especialista.
Cambios en el habla, la memoria y el comportamiento
Los cambios conductuales o de personalidad también son frecuentes. Un adulto mayor que se muestra más apático, irritable o con dificultades para encontrar las palabras podría estar desarrollando un deterioro neurológico que requiere valoración médica.
Diagnóstico y tratamiento de trastornos neurológicos
El diagnóstico suele comenzar con una evaluación clínica completa, pruebas de imagen como la resonancia magnética, y test neuropsicológicos para valorar las funciones cognitivas. Según el caso, puede intervenir un neurólogo, geriatra o equipo multidisciplinar.
El tratamiento de los trastornos neurológicos en adultos mayores depende del origen y del estado general del paciente. Puede incluir medicación, terapias de rehabilitación física o cognitiva y, en algunos casos, intervenciones quirúrgicas.
Prevención y calidad de vida en mayores con enfermedades neurológicas
Aunque no siempre es posible evitar estas patologías, sí se pueden tomar medidas para reducir su impacto y mejorar la calidad de vida.
Ejercicio físico, estimulación cognitiva y dieta adecuada
La actividad física regular mejora la circulación cerebral y reduce el riesgo de ictus y deterioro cognitivo. Del mismo modo, los juegos mentales, la lectura y la participación en actividades sociales estimulan el cerebro. Seguir una dieta equilibrada, rica en frutas, verduras, omega-3 y con bajo contenido en sal, además, favorece la salud neurológica.
Apoyo familiar y cuidados profesionales
El papel de la familia es fundamental. Comprender la enfermedad, ofrecer compañía y apoyo emocional, y adaptar el entorno a las nuevas necesidades del mayor es clave para su bienestar. En etapas avanzadas, puede ser necesario contar con profesionales especializados en cuidados neurológicos o valorar el ingreso en centros con atención adaptada.
Las enfermedades neurológicas en adultos mayores requieren un enfoque integral que combine diagnóstico precoz, tratamiento personalizado y acompañamiento constante. En Sanitas, te ofrecemos soluciones para cada etapa, con el compromiso de cuidar cuerpo, mente y entorno.