El deterioro físico ligado al envejecimiento aumenta el riesgo de caídas. Una de cada tres personas mayores de 65 años se cae al menos una vez al año y cerca de la tercera parte sufre fracturas y otras lesiones moderadas y severas (fractura, traumatismo craneoencefálico o un hematoma subdural). De hecho este grupo de población sufre 20 veces más fracturas que el resto, siendo las más frecuentes las de fémur, muñeca, húmero y cadera.
Pero, aun cuando la caída de una persona mayor no implique consecuencias físicas de consideración, es frecuente que ésta sienta el temor a caerse de nuevo, lo que favorece el desarrollo de lo que los médicos denominan síndrome de la postcaída, un trastorno que afecta a la movilidad, la actividad física y en general a la calidad de vida del anciano, especialmente de las mujeres de edad avanzada.
La caída, el hecho de no haberse podido levantar por sí solo y necesitar ayuda para ello -hay personas que se caen estando solas y pasan más de una hora en el suelo sin poder levantarse- y el daño sufrido pueden generar un sentimiento de inseguridad que lleva a reducir de forma considerable la movilidad ante el miedo de volver a caerse: evitar escaleras o escalones altos, zonas poco iluminadas o espacios mal adaptados; no salir de casa si no se va acompañado; etc. Y ello limita tanto su actividad física como social, un hecho que puede acelerar el deterioro físico del anciano.
El síndrome de la postcaída puede llegar a provocar incluso la inmovilidad total de la personas, evitando moverse con cualquier tipo de excusas.
No obstante, hay una serie de factores de riesgo que favorecen el desarrollo del síndrome de la postcaída:
- Alteraciones en la marcha preexistentes.
- Déficit sensorial, especialmente de la vista.
- Alteraciones neurológicas.
- Vivir sobreprotegido por el entorno familiar.
- Sufrir enfermedades crónicas incapacitantes.
- Osteoporosis (fragilidad ósea).
- Tener obesidad mórbida que restringe la capacidad de movimiento.
- Sufrir una depresión.
- Tener más de 80 años.
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Vivir sólo.
Prevención del síndrome de la postcaída
La prevención del síndrome de la postcaída en las personas que sienten el temor de volver a caerse pasa por una actuación inmediata a la caída que contemple los siguientes aspectos:
- Control del dolor después de la caída.
- Evitar el reposo prolongado.
- Realizar ejercicios de resistencia y equilibrio.
- Tratar la ansiedad y la depresión causada por el miedo a caerse.
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No sobreproteger a la persona mayor.
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