La galantamina es una de las muchas opciones terapéuticas que existen para el alzhéimer.
Este medicamento ofrece la posibilidad de ralentizar el deterioro cognitivo, siendo uno de los más efectivos cuando la enfermedad empieza a avanzar.
En este artículo te contamos todo acerca de este tratamiento: cómo actúa sobre el cerebro, cuándo y cómo debe administrarse, qué efectos secundarios vigilar, y en qué situaciones es la opción más adecuada.
Conocer esta información te permitirá participar activamente en las decisiones médicas y estar preparado para ofrecer el mejor cuidado posible a tu familiar.
¿Para qué sirve la galantamina en el tratamiento del alzhéimer?
La galantamina es un principio activo que sirve para tratar los síntomas de la demencia tipo alzhéimer en sus grados leve a moderado y moderadamente grave.
Su función principal consiste en compensar el déficit de acetilcolina, un neurotransmisor implicado en los procesos de memoria y aprendizaje debido a que facilita la comunicación entre neuronas.
Veamos cómo actúa la galantamina para contrarrestar esta pérdida:
Mecanismo de acción en el deterioro cognitivo leve y moderado
La galantamina ejerce su acción terapéutica a través de un doble mecanismo de acción que la distingue de otros fármacos similares.
Por un lado, actúa como un inhibidor selectivo, competitivo y reversible de la acetilcolinesterasa, la enzima responsable de degradar la acetilcolina en las sinapsis neuronales.
Por el otro, la galantamina mejora la acción intrínseca de la acetilcolina sobre los receptores nicotínicos, unas proteínas esenciales para la transmisión de las señales nerviosas del cerebro.
Esta doble acción resulta en un aumento de la actividad del sistema colinérgico, que es la red de comunicación neuronal que utiliza la acetilcolina como mensajero químico.
Todo esto se traduce, según estudios, en mejoras en las escalas ADAS-cog (que evalúa la función cognitiva) y CIBIC-plus (valoración clínica global).
¿En qué fases de la enfermedad se utiliza galantamina?
La galantamina está indicada para enfermos de alzhéimer que se encuentran en los estadios GDS 4 a GDS 6 de la enfermedad, según la escala Global Deterioration Scale (GDS); es decir, en las fases leve a moderada y moderadamente grave.
De hecho, los estudios disponibles dejan patente que la galantamina no está indicada para el deterioro cognitivo leve.
Los pacientes con este tipo de deterioro no solo mostraron ausencia de eficacia, sino que también evidenciaron un aumento de la mortalidad (1,5% vs 0,5% en el grupo placebo).
Por esta razón, las agencias reguladoras contraindican expresamente su uso en estas fases iniciales.
El mayor beneficio terapéutico se observa en las fases leve a moderadamente grave (GDS 4-5), donde se han documentado:
- Mejoras de 3-4 puntos en la escala ADAS-cog frente a placebo.
- Mejoría en actividades de la vida diaria medidas por escalas DAD y ADCS-ADL.
- Reducción del deterioro cognitivo global según escala CIBIC-plus.
Además, se observan efectos sostenidos durante 6-12 meses de tratamiento.
¿Cuándo se prefiere la galantamina frente a otras opciones?
La elección entre galantamina y otros inhibidores de la colinesterasa (donepezilo y rivastigmina) siempre se basa tanto en factores clínicos como de facilidad de adherencia al tratamiento por parte del paciente.
Así, se considera:
- El estado de salud cardiovascular y renal para descartar contraindicaciones.
- Posibles intolerancias a otros medicamentos, como el donepezilo o rivastigmina.
- Si existe preferencia por la dosificación única diaria (la galantina tiene una formulación prolongada) y por alguna forma farmacéutica concreta.
Y, por supuesto, la gravedad de los síntomas siempre debe guiar la decisión.
En el caso de la galantamina, se prefiere frente a otras opciones en enfermos de alzhéimer con síntomas especialmente incapacitantes en memoria o función diaria, ya que el doble mecanismo de acción de la galantina es más eficaz a la hora de combatirlos.
¿Cómo se toma la galantamina?
La galantamina se presenta en cápsulas de liberación prolongada que se administran una vez al día por la mañana.
El esquema de dosificación sigue una pauta de incremento gradual para minimizar los efectos adversos, de forma que el tratamiento se inicia (por lo general) con una dosis de 8 mg diarios durante 4 semanas.
Posteriormente, la dosis se incrementa a 16 mg diarios como dosis de mantenimiento inicial, manteniéndose durante al menos 4 semanas más.
Si la tolerancia es adecuada, la dosis puede aumentarse hasta 24 mg diarios, que representa la dosis máxima recomendada.
Aun así, el paciente debe seguir la prescripción específica de su médico, pues en algunos casos estas cantidades se modifican para lograr una adherencia a la medicación libre de efectos secundarios.
Es recomendable tomar la galantamina con alimentos para minimizar sus efectos gastrointestinales. Además, las cápsulas deben tragarse enteras, sin masticar ni triturar, acompañadas de líquido.
Recomendaciones sobre horarios y duración del tratamiento
El consenso médico dice que el mejor horario para tomar galantamina es en la mañana con el desayuno, para maximizar la absorción y reducir la probabilidad de molestias gastrointestinales.
Además, para mejorar la tolerabilidad es fundamental mantener una hidratación adecuada durante todo el tratamiento (unos 6-8 vasos de agua al día), sobre todo si aparecen náuseas o vómitos.
En cuanto a la duración del tratamiento, no es fija. Depende de la evaluación que la persona reciba por parte de su médico, aproximadamente a los 3 meses del inicio del tratamiento, y posteriormente de forma periódica.
En estas revisiones se evalúa el beneficio clínico observable en cognición y funcionalidad, la tolerabilidad y adherencia que está teniendo el enfermo a la medicación, y la necesidad de ajuste de dosis o suspensión.
Pero, en general, el tratamiento puede continuarse mientras exista beneficio terapéutico favorable y el paciente tolere adecuadamente el medicamento.
¿Qué hacer si se olvida una dosis de galantamina?
Si se olvida tomar una dosis de galantamina, lo mejor es omitirla y continuar con la siguiente dosis programada.
No se recomienda tomar una dosis doble para compensar la olvidada, ya que esto aumenta el riesgo de efectos adversos.
En caso de olvidar más de una dosis consecutiva durante varios días, es preferible consultar con el médico antes de reanudar el tratamiento; una interrupción prolongada puede requerir reiniciar la pauta de incremento gradual con tal de asegurar de nuevo la tolerancia.
Efectos secundarios de la galantamina: frecuencia y síntomas
Los efectos secundarios de la galantamina son frecuentes durante el período inicial del tratamiento.
De hecho, según estudios clínicos los experimentan hasta el 83% de los pacientes tratados, siendo los más comunes las náuseas, la pérdida de apetito y los mareos, entre otra sintomatología que vamos a ver ahora.
Náuseas, pérdida de apetito y mareos: los más comunes
Como ya hemos mencionado a lo largo de este artículo, los efectos adversos más frecuentes son de tipo gastrointestinal y neurológico:
- Las náuseas afectan al 21% de las personas.
- Los vómitos aparecen en el 11% de los casos.
- Los mareos tienen una incidencia de entre el 7,4% y 14,9%.
- Los dolores de cabeza afectan hasta al 14,8% de los pacientes.
- La pérdida de apetito y de peso se da en un 10% de los enfermos.
Estos síntomas digestivos suelen ser más intensos durante el período de ajuste de dosis y generalmente duran menos de una semana.
Reacciones menos frecuentes que requieren atención médica
Aunque menos comunes, existen otras alteraciones que requieren atención médica inmediata, como por ejemplo:
- Reacciones cutáneas graves como erupciones con ampollas y descamación, particularmente alrededor de la boca, nariz, ojos y genitales. También pueden aparecer erupciones rojizas cubiertas de pequeños granos llenos de pus que se extienden por el cuerpo, a veces acompañadas de fiebre.
- Problemas cardiovasculares como bradicardia extrema, que consiste en frecuencia cardíaca anormalmente lenta (<60 latidos/minuto).
- Convulsiones, que pueden afectar hasta 1 de cada 100 personas que toman galantamina.
También pueden producirse bloqueos auriculoventriculares, que interrumpen los impulsos eléctricos entre las cavidades superiores e inferiores del corazón, si bien es poco común en personas en buena forma cardiovascular.
¿Qué hacer si aparecen efectos adversos en adultos mayores?
La aparición de estos síntomas derivados de la medicación puede ser motivo de alarma en adultos mayores:
- Cambios súbitos en el comportamiento o nivel de conciencia.
- Fasciculaciones musculares o debilidad extrema.
- Dificultad respiratoria o broncoespasmo.
- Salivación excesiva o problemas de deglución.
- Aparición de nuevas reacciones cutáneas graves.
- Palpitaciones y alteraciones del ritmo cardíaco.
- Náuseas o vomitos que no cesan.
- Hipotensión severa o colapso-
- Mareos intensos o desmayos.
- Convulsiones.
Es importante saber que los adultos mayores presentan mayor sensibilidad a la galantamina: la concentración plasmática de galantamina es hasta un 40% más altas que en sujetos jóvenes sanos, principalmente por la edad avanzada y la disminución de la función renal.
Tanto los pacientes como sus familiares deben ser informados sobre los signos de estas reacciones graves para poder actuar cuanto antes y, en su caso, consultar con los profesionales sanitarios la necesidad de suspender la galantamina.
Precauciones y contraindicaciones del tratamiento con galantamina
Además de poder causar manifestaciones adversas, la galantamina presenta varias contraindicaciones.
La primera de ellas es en caso de hipersensibilidad conocida al principio activo o a alguno de sus excipientes.
Pero, en especial, debe evitarse cuando exista alguna patología cardíaca:
¿Es segura la galantamina en personas con enfermedades cardíacas?
Debido a su acción farmacológica, los colinomiméticos pueden interferir en la frecuencia cardíaca y disminuirla, entre otros efectos.
Por lo tanto, se debe evaluar a conciencia al paciente con enfermedades del corazón como:
- Fibrilación auricular.
- Bloqueo cardíaco de segundo grado o mayor.
- Angina de pecho inestable.
- Insuficiencia cardíaca congestiva.
- Antecedentes de infarto de miocardio.
- Prolongación previa de QTc.
Son varios los casos clínicos documentados que indican que, en este tipo de pacientes, la galantamina podría no ser segura.
Por ejemplo, el de una paciente de 89 años que desarrolló bradicardia extrema (35 latidos por minuto) tras el tratamiento con galantamina, requiriendo administración de atropina y hospitalización. La suspensión del fármaco resolvió completamente la sintomatología cardiovascular.
Casos en los que debe evitarse el uso de galantamina
Además de las enfermedades cardíacas, hay otras condiciones médicas con las que la galantamina no es compatible y debe evitarse:
- Uso habitual de antiinflamatorios no esteroideos (AINES).
- Obstrucción gastrointestinal.
- Enfermedad ulcerosa.
- Retención urinaria.
- Después de una cirugía vesical.
- Enfermedad pulmonar obstructiva.
- Asma grave.
- Neumonía.
Además, debe suspenderse durante procedimientos quirúrgicos, pues la galantamina puede prolongar la relajación muscular causada por la anestesia durante más horas de lo habitual.
Antes de iniciar el tratamiento, un médico experimentado realizará una evaluación completa que incluya historial cardiovascular, función hepática y renal, y revisión de todos los medicamentos en uso para evitar complicaciones.
Los cuidadores, por su parte, deben estar adecuadamente informados sobre la administración correcta de la medicación, los efectos adversos esperados y las situaciones que requieren atención médica inmediata.
Desde Sanitas, además, aconsejamos participar en grupos de apoyo para cuidadores.
Dirigidos por profesionales, son útiles para resolver dudas y aprender estrategias de otros que se encuentran en esta misma situación
Consulta nuestros otros consejos para afrontar el cuidado de una persona con alzhéimer, y aprende a cuidar bien. Nosotros también te acompañamos.