La incontinencia urinaria es uno de los problemas de salud más habitual en las personas mayores y se caracteriza por la pérdida involuntaria de orina de forma frecuente, hasta el punto de que llega a ser motivo de aislamiento social y pérdida de autoestima. En ocasiones es una enfermedad en sí misma, pero en muchas otras es un síntoma asociado a diferentes enfermedades. Se estima que éste es un problema que sufren en mayor o menor medida entre un 10 y un 30% de las personas mayores de 65 años, siendo más frecuente en las mujeres que en los hombres, y un 60% de las de más de 80, especialmente si están institucionalizadas.
Causas de la incontinencia urinaria
Las causas de la incontinencia pueden ser muy diversas:
- Trastornos u obstrucción del sistema urinario.
- Problemas neurológicos o cerebrales.
- Demencia o deterioro cognitivo (el paciente no tiene la capacidad para reconocer o responder a las ganas de orinar).
- Trastornos neuromusculares.
- Enfermedades neurodegenerativas.
- Seguir un tratamiento con determinados medicamentos (diuréticos, antidepresivos, etc.)
- Trastornos de la próstata (infección o HBP)
- Estreñimiento severo (el bolo fecal presiona sobre la vejiga).
- Cáncer de vejiga.
- Embarazo.
- Espasmos vesicales.
- Prolapso pélvico.
- Lesiones de la columna vertebral.
- Debilidad de los músculos del esfínter de la vejiga.

Tipos de incontinencia urinaria
La incontinencia urinaria se clasifica del siguiente modo:
- Incontinencia de urgencia: la pérdida involuntaria de orina se produce inmediatamente después de haber tenido unas ganas incontenibles de orinar.
- Incontinencia de esfuerzo: la pérdida de orina se produce como consecuencia de un esfuerzo abdominal, como el que se produce al toser, al reír, al levantarse, al estornudar, etc.
- Incontinencia mixta: se dan simultáneamente las dos situaciones anteriores.
- Incontinencia sin percepción del deseo de orinar: es frecuente en personas enfermas y muy mayores. No perciben que tienen ganas de orinar y por tanto no controlan el esfínter.
Cuándo ir al médico
Es muy habitual que las personas que tienen pérdidas involuntarias de orina no consulten con el médico, fundamentalmente por vergüenza. Sin embargo, debe hacerse en las siguientes situaciones:
- Cuando se tienen pérdidas involuntarias de orina unas pocas veces seguidas.
- Se sufre un goteo continuado de orina.
- Se tiene una necesidad urgente o frecuente de orinar.
- A pesar de tener ganas de orinar frecuentemente, se micciona poca cantidad.
- Se tiene la sensación de tener la vejiga llena después de haber orinado.
- Se presentan dificultades para iniciar la micción.
- La orina es turbia o tiene rastros de sangre.
- Se siente dolor o ardor el orinar.
- Cuando la pérdida involuntaria de orina se asocia a síntomas de deterioro cognitivo (problemas leves de memoria, etc.)
- Se toman medicamentos que puedan causar incontinencia (no hay que dejarlos hasta que lo diga el médico).
La incontinencia urinaria no debe considerarse como algo inevitable y propio del envejecimiento. Las causas pueden ser muy diferentes y es posible que sea el síntoma de una enfermedad subyacente, por lo que es esencial consultar siempre con el médico.