El término “micro” hace alusión al espesor de la carilla. La microcarilla surge de la evolución que ha experimentado el tratamiento de carillas en las últimas dos décadas. Hace 15 años las carillas eran mucho más gruesas debido a que los materiales y técnicas con las que se producían no permitían conseguir espesores más finos.
Gracias al desarrollo de nuevas tecnologías y materiales más estéticos, se han podido producir carillas cada vez más finas, sin perder la resistencia, permitiendo mejores propiedades ópticas (al dejar pasar la luz) y con ello, mejores resultados estéticos.
¿Qué tipos de mirocarillas hay?
Las microcarillas son de porcelana y se pueden encontrar los siguientes tipos según la técnica utilizada:
- Microcarillas de Disilicato de litio con técnica de planificación digitalmente guiada (First Fit). Técnica avanzada que permite reducir el número de sesiones del tratamiento, ya que el tallado se ha diseñado previamente mediante planificación digital y durante la misma cita en que se realiza la preparación dentaria, se colocan las carillas definitivas. Gracias a esto se evita también que el paciente lleve piezas provisionales.
- Microcarillas de Lumineers. Se trata de un procedimiento completamente aditivo, debido a que no se reduce el tejido dentario para su colocación. Es una técnica de estética dental que tiene indicaciones concretas y requiere una acreditación por parte de los profesionales.
Ventajas de las microcarillas
Además de lo descrito anteriormente, la gran ventaja de las microcarillas, es que la preparación necesaria sobre el diente (tallado) es mucho menor que en las carillas convencionales. Se trata de un tratamiento mínimamente invasivo, ya que la preparación afecta solo a la parte superficial del esmalte, procurando siempre realizar la máxima conservación posible del diente.
¿Cuándo están indicadas las microcarillas dentales?
Cualquier persona puede someterse a un tratamiento estético de microcarillas, siempre y cuando su boca goce de un buen estado de salud. Teniendo en cuenta esto, las carillas dentales están indicadas en los siguientes casos:
- Cuando existen alteraciones del color. Ocasionadas por fluorosis, manchas, oscurecimientos por traumas, envejecimiento fisiológico o pigmentaciones intrínsecas.
- Si se presentan modificaciones estéticas, tanto de forma como de textura.
- Para restauraciones de grandes proporciones. Por dientes fracturados o deformaciones congénitas y anomalías adquiridas.
- Para pequeñas correcciones de posición dental. Por dientes rotados o alteraciones de ángulo. Se puede realizar el tratamiento solo a dientes aislados.
- En casos especiales, previa evaluación del odontólogo. Por ejemplo, para una recuperación estética de coronas fracturadas.
Contraindicaciones de las microcarillas
¿En qué casos no es recomendable someterse a un tratamiento de microcarillas?
- Cuando no existe una buena salud bucodental. Por ejemplo, cuando hay presencia de caries o una higiene bucal general precaria.
- Problemas de oclusión o posición inadecuada de la mordida. Cuando existe sobremordida profunda, bruxismo, dientes con apiñamiento grave o dientes que todavía están en erupción activa.
- Restauraciones múltiples y/o amplias. Es importante una evaluación de las restauraciones presentes en el momento del tratamiento, para valorar el mejor abordaje.
- Presentación anatómica inadecuada. Si existen coronas excesivamente cortas o muy triangulares, dientes muy finos, etc.
En algunos casos, la realización de un tratamiento de ortodoncia previo permite conseguir una correcta alineación dentaria y posibilitar la colocación de microcarillas, que mejorarán la forma, el color, la textura y la simetría de nuestra sonrisa.
¿Cómo se ponen las microcarillas?
En función de la técnica que se utilice, el procedimiento de colocación de microcarillas puede variar.
Independientemente de la técnica, sin duda, el éxito de este tratamiento radica en la planificación inicial y en conocer las expectativas del paciente de manera previa a realizar el procedimiento. Esto se realiza a través de una primera consulta en la que se hace un estudio estético global de la sonrisa, mediante fotografías, radiografías, registros bucales (digitales/analógicos) y un software de planificación digital.
Gracias a estos softwares de diseño de sonrisa se puede planificar y recrear digitalmente el tratamiento de forma bastante realista. En este estudio se analizan tanto el rostro como la boca, rasgos particulares y proporciones faciales. El paciente puede ver con un prototipo cómo quedaría el resultado final (mock up).
Tras la validación por parte del paciente y del profesional, se procede a la preparación de la superficie dentaria y en función de la técnica, se adhieren las carillas en la misma sesión o se colocan unas carillas provisionales.
La elección de la técnica depende las necesidades específicas de cada caso y para ello es esencial consultar con un experto en tratamientos de carillas dentales. Tras la colocación de las microcarillas será necesario programar posteriormente citas de revisión y la colocación de una férula protectora para utilizar durante el sueño.