Con el paso del tiempo, los dientes pueden adquirir una coloración diferente o aparecer manchas debido a diferentes causas:
- Una higiene poco adecuada.
- El consumo de ciertas sustancias como vino, café, té o tabaco.
- Algunos medicamentos.
- Enfermedades que dañan el esmalte (tejido que recubre y protege el diente).
- Golpes o fracturas, etc.
Tipos de blanqueamiento dental
Existen diferentes tipos de blanqueamientos dentales:
- Con peróxido de hidrógeno al 35 %: este tratamiento se debe realiza en la consulta del odontólogo. Para llevar a cabo este procedimiento es necesario efectuar una profilaxis y confirmar que la boca del paciente esté sana. Se prepara la zona para que el peróxido no toque los tejidos periodontales puesto que podría dañarlos. Una vez aplicado el gel blanqueante se utiliza una fuente de luz que acelera el procedimiento durante la exposición. A este proceso se le conoce como fotoactivación. Este tipo de blanqueamiento es muy eficaz, pero solo puede ser aplicado en consulta. El peróxido tiene un componente que quema los pigmentos que amarillean o manchan los dientes, exceder el tiempo de uso puede dañar la dentina.
- Con peróxido de carbamina al 10 %: este tratamiento se puede utilizar en casa, pero siempre bajo supervisión médica. Al igual que en el anterior, el odontólogo realizará primero una profilaxis y confirmará que la cavidad bucal está sana. Después se elaborará una férula a medida de los dientes del paciente en la que aplicará el gel blanqueante y que evitará el contacto con la mucosa dental. El médico determinará las horas que deben estar expuestos los dientes para que se produzca el efecto deseado y sea seguro. Generalmente, una o dos horas durante varias semanas.
- Productos de venta libre: existen blanqueadores que pueden ser adquiridos en la farmacia, en el supermercado o marketplaces online para ser aplicados por el propio paciente sin supervisión médica. Kits de blanqueamiento dental con férulas y geles a base de agua oxigenada que prometen aclarar varios tonos el diente. Según la legislación vigente, los productos blanqueadores con una concentración de peróxido de hidrógeno mayor del 0,1 % o de peróxido de carbamina con una concentración mayor al 0,3 %, solo puede ser utilizado por dentistas.
Riesgos de los blanqueamientos dentales
El blanqueamiento dental es un tratamiento que ofrece unos resultados muy satisfactorios para el paciente, sin embargo, hay que tener en cuenta que:
- El blanqueamiento dental puede favorecer el aumento de sensibilidad al frío o al calor de los dientes, mientras dura el tratamiento. Después irá desapareciendo.
- Durante las primeras 24 horas, tras el tratamiento, se deben eliminar de la dieta los alimentos o bebidas que puedan colorear de nuevo los dientes. Es decir, lo que se llama seguir una “dieta blanca”.
- El peróxido es una sustancia que debe ser usada siempre bajo supervisión médica, si se utiliza más tiempo de lo indicado o de manera inadecuada, los riesgos pueden ser: sensibilidad gingival, reabsorción cervical o sensibilidad dentaria permanente.
Es importante que cualquier tratamiento blanqueante esté supervisado y recomendado por profesionales sanitarios. Puedes consultar más sobre el blanqueamiento dental, tipos y precios en nuestras páginas de tratamientos.