Existen diferentes grados de dislexia y, aun cuando se haya definido una sintomatología común, no todos los niños necesariamente presentan ni todos ni los mismos síntomas. También es importante diferenciar la dislexia evolutiva de la adquirida. La primera se manifiesta en las primeras etapas del desarrollo del niño sin que haya una causa determinada que la justifique. La adquirida puede aparecer como consecuencia de una lesión cerebral sobrevenida que afecta a las áreas del cerebro que controlan la habilidad de leer o escribir.
Hay diferentes clasificaciones que definen distintos tipos de dislexia, pero en la actualidad la más aceptada es la que sigue:
- Fonológica. Se debe a un mal funcionamiento de la ruta fonológica de las palabras. Puede decirse que el niño realiza una lectura visual, es decir, visualizando globalmente las palabras en vez de leerlas. Esto le lleva a identificar las que le son más familiares y aún así cometen errores fonéticos, asignando a algunas letras un fonema que no les corresponde (puede decir “casu” en vez de “caso”, por ejemplo). Además les puede resultar imposible la lectura de palabras que no conoce o de lo que se conoce como pseudopalabras, que son vocablos que en ocasiones se inventan para evaluar eventuales alteraciones del aprendizaje.
- Superficial. Es el tipo de dislexia más frecuente en los niños, y se caracteriza porque para la lectura se utiliza fundamentalmente la ruta fonológica, que permite leer diferenciando las sílabas. Pueden leer con normalidad las palabras cortas, pero tienen grandes dificultades para las largas y las irregulares. Hay que decir que este tipo de dislexia se da especialmente en aquellos idiomas, como el inglés, en que el sonido de las letras puede variar en función de su ubicación en la palabra.
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Profunda o mixta. En este caso existe una alteración tanto de la ruta visual como de la fonológica, lo que supone una clara dificultad para asignar el significado correcto a cada palabra, especialmente si se trata de términos abstractos, verbos, preposiciones, adverbios, etc. Es por ello que les resulta casi imposible leer las pseudopalabras y cometer numerosos errores visuales y derivativos.