Es una ciencia muy joven y, a la vez, muy antigua que se ocupa de investigar todas aquellas cuestiones que nos preocupan sobre nosotros mismos, nuestros sentimientos, nuestra percepción. ¿Qué motiva nuestro comportamiento?, ¿cómo funciona nuestra mente?, ¿por qué sufrimos?
¿Es una ciencia fiable?
Es importante tener en cuenta que de toda ciencia esperamos que arroje resultados exactos y certeros. Sin embargo, la psicología es una ciencia que sabe que no va a obtener un saber exacto, al contrario de como ocurre con la física y las matemáticas.
¿Qué queremos decir con esto? Pues que el ser humano no es como una máquina perfecta y exacta, no es un ordenador al que introduciéndole una serie de datos va a arrojar exactamente lo que se espera de él.
Existe en cada uno de nosotros una diversidad de factores internos y externos que impide que lo humano se reduzca a la esencia de un objeto predecible y calculable. Es este aspecto humano el que la psicología estudia y valora para alcanzar a comprender la conducta del hombre.
Si las personas no somos objeto de experimento, ¿cómo se investiga en psicología?
En este sentido, la psicología debe necesariamente recurrir a otros saberes que le permitan ordenar el ‘puzzle’ que es el ser humano. Su laboratorio de estudio se compone de todos aquellos saberes que estudian los distintos aspectos que intervienen en la constitución y desarrollo del ser humano: antropología, biología, sociología, etnología, lingüística, filosofía.
La emigración puede ser el desencadenante, a veces traumático, de trastornos psicosomáticos (trastornos de la alimentación: anorexia-bulimia, alcoholismo) y son muy frecuentes los estados depresivos y de ansiedad crónica.
Existe en cada uno de nosotros una diversidad de factores internos y externos que impide que lo humano se reduzca a la esencia de un objeto predecible y calculable. Más allá de todas estas formulaciones teóricas que podemos encontrar en los abundantes manuales, has de saber que para la psicología en cada persona se presentan de un modo indisoluble la dimensión biológica y la social.
¿Esto que significa? Pues que, a la hora de abordar cualquier trastorno psicológico, el psicoterapeuta tendrá en cuenta los factores genéticos y los culturales, es decir, los que llevamos incorporados al nacer y los que vamos adquiriendo a lo largo de la vida en nuestra relación con las personas y con la sociedad. Es decir lo que nos viene determinado por nuestros antecesores, así como por las experiencias que vivimos y que van organizando nuestra vida.
Sección de Psicología supervisada por Susana Carro, Psicóloga Clínica y perteneciente al cuadro médico de Sanitas.