El tabaco es la epidemia social evitable que más perjudica tanto a hombres como mujeres. Según la OMS a pesar de que a nivel mundial fuman más hombres (40 %) que mujeres (9 %), el 64 % de las muertes que se producen por relación directa con el tabaco son mujeres. En España, los jóvenes comienzan a iniciarse en este hábito tan nocivo a partir de los 14 años. Las razones que impulsan tanto a chicos como a las chicas son diferentes.
En las mujeres que comienzan, destaca principalmente, la creencia, de manera equivocada, de que el tabaco les ayudará a controlar el peso o bien que el tabaco les hará parecer más seguras y maduras, aumentando su autoestima.
Tabaco y enfermedades
Independientemente de que los motivos por los que la mujer se haya iniciado en el consumo del tabaco sean culturales, sociales o económicos, la incidencia de este hábito en mujeres es más perjudicial para padecer ciertas enfermedades:
- Problemas respiratorios: el consumo de tabaco afecta a las vías respiratorias de manera directa. El daño continuo que produce la inhalación de las sustancias contenidas en el tabaco en los pulmones favorece la aparición de EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica), una enfermedad crónica que crece de manera significativa entre las mujeres.
- Cáncer de pulmón: a pesar de no ser el cáncer con mayor incidencia entre las mujeres (en España es el cáncer de mama) es destacable que en los últimos años se ha duplicado su incidencia en este colectivo. Uno de los motivos principales es el aumento de consumo de tabaco entre las mujeres.
- Enfermedades cardiovasculares: el consumo del tabaco afecta directamente al aumento de mortalidad por enfermedad cardiovascular. Según diversos estudios realizados, el consumo de tabaco predispone a la mujer a tener mayor probabilidad de sufrir un evento cardiovascular.
- Fertilidad: el inicio temprano del consumo de tabaco en la mujer y los efectos del tabaco sobre los estrógenos y la calidad ovárica, favorecen que la fertilidad femenina se vea alterada aumentando la incidencia de casos de infertilidad.
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Menopausia: durante este período los cambios que se producen en la mujer son importantes. El consumo de tabaco puede afectar sobre la densidad ósea, aumentar el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y adelantar el inicio de esta etapa.
Tabaco y embarazo
El consumo de tabaco es muy perjudicial tanto para la mujer embarazada como para el feto. Se estima que alrededor del 20 % de las mujeres fumadoras en estado de gestación continúan fumando durante el embarazo, a pesar de conocer los riesgos que ello conlleva. Además, una de cada cinco mujeres embarazadas no fumadoras se ven expuestas al humo del tabaco en su propia casa.
Tanto el hábito de fumar como la inhalación del humo de segunda mano causan problemas de salud a la madre y al feto. Las embarazadas que fuman tienen dos veces más posibilidades de presentar complicaciones, como embarazo ectópico; tener placenta previa, lo que obliga a adelantar el parto mediante cesárea; y desprendimiento de placenta, induciendo partos prematuros, muerte fetal o muerte neonatal. Los expertos consideran que el riesgo de desprendimiento de placenta es de 1,4 a 2,4 veces mayor en las gestantes fumadoras.
Por otra parte, la nicotina contenida en el humo del tabaco puede causar la constricción de los vasos sanguíneos del cordón umbilical, disminuyendo el aporte de oxígeno y de nutrientes al feto y ocasionando alteraciones en su desarrollo. Es por ello, por lo que el riesgo de aborto y de que los niños tengan bajo peso al nacer son dos de las complicaciones más frecuentes de los embarazos de mujeres fumadoras.
En concreto, el riesgo de nacimiento de bebés con bajo peso es 2,5 veces mayor que en las gestantes no fumadoras. Esta probabilidad se reduciría notablemente si la futura madre dejara de fumar en el momento que conoce su embarazo o, mejor aún, cuando decide quedarse embarazada.
Por otro lado, la nicotina inhalada con el humo del tabaco y otras sustancias tóxicas puede llegar al bebé a través de la leche materna, lo que puede afectar negativamente a la salud del lactante.