La Organización Mundial de la Salud define la salud como “un estado de completo bienestar físico, mental y social y en armonía con el medioambiente, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades". Al hilo de esta definición, por tanto, la clave de cómo mantener una buena salud es multifactorial:
-
Alimentación: una dieta equilibrada, como se dice a menudo cuando se habla de prevención de la salud, es uno de los pilares fundamentales de una buena salud, pues evita numerosas enfermedades y ayuda a controlar otras. Debe realizarse atendiendo a las recomendaciones de la pirámide nutricional, cocinando adecuadamente los diferentes alimentos y asegurándose de que sean frescos y no estén contaminados. La alimentación además, puede servir para promover desarrollar una importante actividad social con los amigos o la propia familia.
- Ejercicio físico: no se necesita más: 30 minutos de actividad física diaria, siendo ésta moderada, para obtener importantes beneficios para la salud global: mejora el tono muscular y la resistencia a la fatiga, a mantener el peso adecuado en función de la edad y la talla, a dormir mejor, a combatir el estrés y disminuir la tensión, a mejorar la función sexual, evitar la adicción a drogas o hábitos nocivos como el tabaco, y un largo etcétera. Pero además mejora la función respiratoria y el riesgo sanguíneo actuando como factor preventivo y corrector de enfermedades como la hipertensión arterial, la diabetes, la hipercolesterolemia, la obesidad, los problemas cardiacos, etc.
-
Higiene: una correcta higiene personal evita también por sí sola muchos problemas de salud, además de contribuir a mejorar la autoestima.
-
Salud mental: se considera como tal el estado de bienestar psicológico y emocional que permiten a la personas realizar todas sus actividades, profesionales, sociales, personales, cognitivas y emocionales de una forma eficaz y satisfactoria. Como es lógico ello implica la ausencia de trastornos psicológicos y enfermedades psiquiátricas.
-
Actividad social: la relación con otras personas en actividades comunes, sean ocupacionales o de ocio es una buena manera de mantener el tono vital, el optimismo y la satisfacción personal.
-
Relación con el medio ambiente: son muchos los factores exteriores sobre los que el ser humano no ejerce ningún o poco control y que pueden afectar a la salud, como la exposición a sustancias o ambientes contaminados. Saber identificarlo y adoptar medidas preventivas adecuadas permitirá evitar sus efectos nocivos.
-
Dotación genética: la propia biología de cada ser humano puede también condicionar su salud. Por ejemplo, la dotación genética recibida de los padres puede predisponer o causar ciertas enfermedades sean hereditarias o no. La epigéntica, es decir los cambios que se producen en el ADN de cada individuo por su relación con el medio ambiente también puede modificar negativamente su salud.
- Educación sanitaria: es una excelente manera de evitar problemas de salud derivados de enfermedades prevenibles.