Las infecciones de orina se producen con mayor frecuencia en las niñas que en los niños y generalmente a partir de los tres años, aunque los niños que no han sido operados de fimosis pueden sufrirlas en el primer año de vida. Se deben generalmente a la presencia de bacterias en el ano o en el entorno de la vagina, que luego pueden penetrar a las vías urinarias a través de la uretra, debido a diferentes causas:
- Que el niño tenga reflujo vesicouretral.
- Que padezca ciertas enfermedades neurológicas que dificultan el vaciado de la vejiga, como ocurre con el mielomeningocele, la hidrocefalia a algunas lesiones de la médula espinal.
- Alteraciones o malformaciones congénitas de las vías urinarias.
- No orinar con la suficiente frecuencia.
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Limpiarse de atrás hacia delante después de haber ido al baño (en las niñas).
No siempre se presentan síntomas cuando un niño tiene una infección de orina. Pero cuando no es así los más frecuentes son fiebre inapetencia y vómitos, pudiendo producirse también sangrado con la orina, color turbio y mal olor de la misma, orinar frecuentemente y con urgencia, dolor en la micción, enuresis, dolor lumbar o pélvico.
Normalmente en los niños las infecciones de las vías urinarias afectan a la vejiga, si bien en ocasiones puede trasladarse a los riñones (pielonefritis), añadiendo otros síntomas a los ya mencionados: escalofríos y temblores, enrojecimiento y calentamiento de la piel, náuseas, dolor en el costado o la espalda o fuerte dolor abdominal.
Tratamiento de las infecciones de orina en niños
El diagnóstico de las infecciones infantiles requieren un análisis y un cultivo de orina. Para ello en los niños más pequeños que todavía no tienen control de esfínteres la obtención de una muestra suficiente puede resultar muy complicada. Se pueden utilizar bolsas especiales que se adhieren al contorno del pene o la vagina, aunque hay un riesgo significativo de que la muestra pueda contaminarse.
Si esto sucede habrá que recurrir al uso de una sonda o a una punción suprapúbica. Cuando se trata del primer episodio de infección de orina que tiene el niño cabe la posibilidad de utilizar las técnicas de diagnóstico por imagen (sólo son válidas mientras dura la infección) con el fin de determinar si el riñón ha sufrido algún daño.
El tratamiento de las infecciones de orina debe ser inmediato para evitar que la infección pueda afectar a los riñones y se realiza con antibióticos. Los más pequeños deberán ser hospitalizados para suministrarles los medicamentos por vía intravenosa. La duración del tratamiento dependerá de la respuesta al mismo, la causa y la existencia de factores de riesgo asociados.