La denominada enfermedad boca-mano-pie es una infección vírica que se produce especialmente en niños menores de 10 años, aunque también puede afectar a personas de cualquier edad. Suele aparecer fundamentalmente al final del verano y el inicio del otoño y se contagia con mayor facilidad durante la primera semana de enfermedad, a través del aire o el contacto directo con el paciente infectado o sus fluidos corporales.
Síntomas de la enfermedad boca-mano-pie
El periodo de incubación de la enfermedad boca-mano-pie tras producirse contagio es de 3 a 7 días, siendo habitualmente la primera manifestación clínica un dolor de garganta, al que posteriormente se añaden otros síntomas:
- Fiebre.
- Dolor de cabeza.
- Pérdida de apetito.
- Aparición de pequeñas erupciones con ampollas en las manos y los pies.
- Úlceras en la garganta, la mucosa oral y la lengua.

Tratamiento de la enfermedad boca-mano-pie
Al tratarse de infección vírica, no existe un tratamiento específico para la enfermedad boca-mano-pie, por lo que éste es esencialmente sintomático:
- Antitérmicos (paracetamol u otros) para reducir la fiebre.
- Enjuagues de la boca agua con sal para calmar las molestias generadas por las ulceraciones.
- Ingesta de abundantes líquidos, preferiblemente leche fría, para evitar la deshidratación. Hay que evitar los zumos y las bebidas gaseosas ya que causan dolor al entrar en contacto con las úlceras de la boca y la garganta.
La recuperación completa de la enfermedad boca-mano-pie se produce en no más de una semana desde el momento de aparición de los primeros síntomas.