La encopresis es un problema de incontinencia fecal que se produce en niños de más de cuatro años de edad, generalmente como consecuencia de un estreñimiento de larga duración, aunque inicialmente pueda parecer un hecho contradictorio. Se caracteriza por el escape reiterado e involuntario de heces en momentos y lugares inesperados.
El estreñimiento de larga duración o incontinencia fecal retentiva causa la dilatación del extremo final del intestino, lo que se asocia a la pérdida o disminución de la sensación de necesitar ir al baño. El aumento de esa dilatación del recto finalmente causa la distención del esfínter anal externo, causando el escape involuntario de heces.
Aún así, la encopresis puede producirse sin que haya una situación previa de estreñimiento, si bien no es nada habitual. En este caso se cree que puede deberse a la existencia de algún trastorno psicológico o de conducta.
Síntomas y tratamiento de la encopresis
La pérdida involuntaria de heces es la manifestación tardía de la encopresis. Lo habitual, como ya se ha señalado, es que este problema sea precedido por un estreñimiento de larga duración, con heces duras, posibles episodios de sangrado rectal y dolor abdominal intermitente.
La sucesión de ambos problemas debe llevar a consultar con el pediatra con el fin de someter al niño a tratamiento. El primer paso es vaciar el intestino, ya sea mediante el uso de laxantes por vía oral o mediante enemas. Posteriormente el niño deberá tomar laxantes durante cierto tiempo, hasta lograr que logre defecar normalmente.
No obstante, este tratamiento debe complementarse con una terapia de reeducación alimentaria para que lleve una dieta equilibrada rica en frutas y vegetales y beba mucha agua. También deberá hacer ejercicio. La reeducación debe contemplar también los hábitos intestinales, haciendo, por ejemplo, que el niño se siente en el inodoro al menos diez minutos después de cada comida, siendo un refuerzo positivo seguir una estrategia de logro-recompensa.
No hay que olvidar, sin embargo, que episodios reiterados de encopresis pueden tener su origen en problemas de conducta o, no siendo así, causar en el niño una pérdida de autoestima y otros problemas psicológicos. Es por ello que los padres no deben sorprenderse que el pediatra les recomiende consultar con un psicólogo con el fin de que éste valore la conveniencia de que algún tipo de terapia.