Protección y supervisión frente a la necesidad de autonomía y la autoestima. Éste es el eje del desarrollo psicomotor de los niños en edad escolar (6 a 11 años). En esta etapa la interacción con la familia, los profesores y los compañeros se rigen por la necesidad del reconocimiento y su aceptación por parte de todos ellos. Son muy sensibles al rechazo, al mismo tiempo que aumenta su autonomía y el sentido de la responsabilidad, forjándose la imagen que tienen de sí mismos y, por tanto la autoestima y la propia personalidad.
Desarrollo motor
A esta edad, el sistema músculo-esquelético está ya muy desarrollado y dejan de crecer tan rápidamente como antes. Es el momento en que muchos de ellos se inician en la práctica deportiva, que no sólo conlleva el desarrollo físico y la mejora de su capacidad de coordinación, sino que también sirve para inculcarles la existencia de normas y la necesidad de respetarlas.
Asimismo, empiezan a adquirir un mayor grado de capacidad psicomotriz, lo que les permite dibujar mejor, colorear sin salirse de las líneas, y escribir cada vez con mayor rapidez, además de de desarrollar su destreza en las manualidades.
Visión y capacidad auditiva
A partir de los 6 años pueden surgir los primeros problemas con la visión, especialmente el de la miopía. En la actualidad se han desarrollado técnicas para el estudio de la capacidad visual de niños que incluso no saben leer, por lo que si éste se queja de que no ve bien o se recibe la advertencia de un profesor en este sentido, es recomendable llevarlo al oftalmólogo para que le analice la visión. A veces un bajo rendimiento escolar es un signo de que puede haber problemas de agudeza visual.
Lo mismo ocurre con el sentido del oído, tan fundamental para el desarrollo del lenguaje. En caso de sospechar un problema de audición deberá consultarse con el pediatra.
Lenguaje
A esta edad los niños suelen ser muy comunicativos y expresan claramente sus necesidades y deseos con argumentos cada vez más complejos y no exentos de fantasía. Pero lo más importante es que éste estará íntimamente unido a la lectura y la escritura, y más tarde a la incorporación de asignaturas como matemáticas, lengua y otras, todas ellas muy importantes también para el desarrollo cognitivo. En este sentido, éste es el momento en que podrán apreciarse problemas como la dislexia.
Desarrollo cognitivo
Cuando inician la etapa escolar los niños tienen un sentido de la realidad suficientemente desarrollado y su capacidad cognitiva se verá constantemente estimulada por su necesidad de aprender y comprender las cosas que le rodean. La mayoría de los niños pueden leer palabras e incluso frases a los 6 años de edad y es muy importante que adquieran la inquietud por la lectura, ya que ésta les ayudará a afianzar su capacidad de concentración y autocontrol.
También hay que tener en cuenta que tienen una gran necesidad de comprender todo lo que les rodea y que empiezan a desarrollar de forma clara su pensamiento lógico, aunque en ocasiones las ideas que expresan, aún siendo lógicas, evidencien pensamientos fantasiosos. Poco a poco todo irá encajando y las diferentes asignaturas del programa escolar irán aportando su contribución al desarrollo cognitivo.
Es por ello que esta etapa es especialmente importante a la hora de detectar problemas visuales o auditivos, además de los neurológicos, que pueden manifestarse con trastornos del comportamiento, un déficit de atención o hiperactividad, por poner algunos ejemplos. El retraso escolar, aunque no siempre es así, puede ser una señal de alarma que conviene analizar con los profesores.
Desarrollo social y afectivo
El colegio es el mejor estimulante del comportamiento social del niño, que durante esta etapa aprende a adaptarse a diferentes ambientes sociales y a comportarse correctamente. Al principio lo hacen observando y copiando expresiones y comportamientos. Les impulsa la necesidad de obtener el reconocimiento de los demás, sean padres, profesores o compañeros o amigos. Luego acaban desarrollando emociones como el afecto, la compasión, la culpa el miedo, así como la necesidad de compartir o la empatía, aprendiendo que el niño o la persona con la que se relacionan pueden pensar de manera diferente y no tener los mismos gustos.
Pero la presión para adaptarse a un grupo social puede ser a veces importante, por lo que conviene hablar de ello con el niño con naturalidad. El rechazo de un amigo o de cualquier persona de su entorno puede tener un impacto significativo y hay que ayudarle a superarlo y a integrarse en grupos más afines a él.
Desarrollo sexual
Aunque durante la etapa escolar seguirán manteniendo su inmadurez sexual, lo cierto es que, desde la etapa preescolar hasta la adolescencia, todos los niños desarrollan un interés creciente por las diferencias sexuales, lo que manifiestan desde muy pequeños hablando incluso de sus novios o novias. Los autotocamientos, y más adelante también la masturbación son un hecho normal en su desarrollo sexual, por lo que es un buen momento para emprender la siempre temida tarea de la educación sexual de los hijos.
