El reconocimiento médico cardiológico permite conocer el estado del corazón en particular y del sistema circulatorio en general, además de evaluar las probabilidades de que una persona sufra algún tipo de enfermedad cardiovascular en función de la presencia de los diferentes factores de riesgo ya establecidos: hipertensión arterial, diabetes, colesterol elevado, tabaquismo y obesidad.
Es aconsejable que las personas sanas se sometan a un reconocimiento médico cardiológico de forma regular a partir de los 50 años, especialmente se presenta alguno de los factores de riesgo asociados a las enfermedades cardiovasculares.
No obstante, el reconocimiento médico cardiológico se realiza también en personas que ya presentan una cardiopatía o enfermedad cardiovascular con el fin de valorar su estado general y el grado de control de su enfermedad adquirido con el tratamiento.
Pruebas generales del reconocimiento médico cardiológico
El reconocimiento médico cardiológico comprende en primer lugar la realización de una serie de pruebas dirigidas a obtener una evaluación del estado de salud general:
- Análisis de sangre: permite obtener datos sobre los diferentes parámetros cuyas alteraciones pueden indicar un riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares o la existencia de una cardiopatía.
- Toma de la tensión arterial y medida del pulso: una tensión arterial elevada y no controlada supone un factor de riesgo cardiovascular.
- Tallaje: determinación del peso y la altura y cálculo del índice de masa corporal (IMC).
- Evaluación del riesgo cardiovascular: se realiza el denominado test de Framingham, con el que se calcula el riesgo cardiovascular teniendo en cuenta la edad el sexo, los hábitos de vida y la presencia o no de factores de riesgo cardiovascular.
También se realizan otras pruebas para evaluar el estado del corazón y del sistema cardiovascular:
- Electrocardiograma.
- Ecocardiografía.
- Espirometría: se estudia el funcionamiento pulmonar.
- Prueba de esfuerzo: permite medir la respuesta del corazón y los pulmones a esfuerzos físicos de diferente intensidad.
Pacientes con cardiopatías
Cuando el reconocimiento médico cardiológico se realiza en pacientes que padecen algún tipo de cardiopatía o enfermedad cardiovascular, se obtiene información fundamental para valorar la respuesta al tratamiento, si la enfermedad progresa o no y el grado de control que se tiene sobre los diferentes factores de riesgo cardiovascular.
Entre las pruebas más específicas que se pueden realizar en función de la patología del paciente figuran las siguientes:
- ECG de reposo de 12 derivaciones.
- Prueba de esfuerzo.
- Eecocardiografía Doppler, especialmente ante un paciente con una cardiopatía congénita.
- Coronariografía.
- Estudio electrofisiológico.
- Score Cálcico, para detectar los depósitos de calcio en las arterias coronarias con el fin de determinar un posible riesgo de infarto.
En cualquier caso el reconocimiento médico cardiológico debe plantearse de forma individualizada, teniendo en cuenta la historia clínica, los síntomas que presenta, el grado de actividad física que realiza, etc. Contar con un seguro de salud para llevar a cabo todos los reconocimientos médicos necesarios es importante por todas las ventajas que éste añade.