La principal ventaja de la sangre de cordón umbilical es la obtención de células madre que pueden producir células sanguíneas sanas. La sangre del cordón umbilical se extrae en el momento del parto y antes de cortar el cordón pinchando directamente sobre la vena que recorre el mismo.
Su obtención, por tanto, es sencilla, no reviste ningún riesgo ni para la madre ni para el recién nacido y no plantea cuestiones éticas, como sí sucede con las células madre embrionarias. Su principal característica es que es rica en células madre capaces de producir células sanguíneas sanas y que, consecuentemente, pueden ser muy útiles para el tratamiento de enfermedades hematológicas e inmunológicas.
Inicialmente, se promovió la conservación de la sangre de cordón umbilical para uso autólogo, es decir para que pudiera ser utilizada por el propio niño o por un familiar compatible en el caso de que sufrieran un cáncer hematológico o determinadas patologías sanguíneas. La razón fundamental es que no existía riesgo de rechazo y ofrecía una clara alternativa al trasplante de médula ósea que se realizaba habitualmente en tales casos. De ahí que surgieran numerosos bancos de sangre de cordón umbilical para ofrecer a las familias la posibilidad de poder disponer de la de sus hijos en caso de necesidad.
Sin embargo, su utilidad terapéutica viene siendo motivo de controversia, tanto médica como ética, dada la baja probabilidad de que el niño de la que se ha obtenido pueda sufrir una enfermedad tratable de este modo, por lo que en la mayoría de los casos no llegará a utilizarse. También porque la cantidad de sangre que se puede obtener se considera insuficiente para cumplir con los objetivos terapéuticos que se dice que puede proporcionar.
De ahí que en España se hayan establecido bancos públicos con la doble finalidad de proporcionar la sangre a otras personas que cumplan el criterio de compatibilidad y para proporcionar muestras para la investigación. En cualquiera de los casos, la única aplicación realmente aprobado para el uso de la sangre de cordón umbilical con fines terapéuticos es la del denominado trasplante de hemocitoblastos, que se utiliza en enfermedades hematológicas como leucemias, linfomas diferentes tipos de anemia u otras enfermedades del sistema inmune.
Todas ellas en pacientes pediátricos, puesto que los adultos no disponen de su propia sangre de cordón umbilical. Por otra parte existen otros ensayos clínicos en curso para el tratamiento de determinados tumores sólidos, como neuroblastoma, méduloblastoma, sarcoma de Ewing y otros