Tanto la sangre como el tejido de cordón umbilical se deben obtener en el momento del parto. De ambos se pueden obtener células madre, pero en cada caso son diferentes.
Las que se obtienen en la sangre permiten producir células sanguíneas, mientras que las extraídas del tejido son las denominadas células mesenquimales, que son pluripotenciales y, por tanto, permiten reparar y regenerar distintos tipos de células. Se pueden diferenciar –o especializar– en condrocitos (forman el cartílago), osteoblastos (células óseas), miocitos (células musculares) y adipocitos (células del tejido graso).
Además, las investigaciones más recientes en este campo parecen indicar que este tipo de células madre también pueden diferenciarse en células nerviosas (neuronas), cardiacas, hepáticas y endoteliales (las que forman las paredes interiores de los vasos sanguíneos.
Las primeras ya se utilizan para el tratamiento de diferentes enfermedades hematológicas y del sistema inmunológico (leucemias, linfomas, algunos tipos de anemia, etc.). Las segundas, sin embargo, actualmente no tienen todavía aplicaciones prácticas, si bien su potencialidad de futuro, especialmente en la medicina regenerativa, se considera muy importante. Tanto que se están desarrollando numerosas investigaciones con ellas, algunas de las cuales se encuentran en fases iniciales de ensayos clínicos con los que se evaluará su eficacia en el tratamiento de enfermedades como cardiomiopatía, cirrosis hepática, esclerosis múltiple, colitis ulcerosa, aplasia medular, diabetes tipo 2, osteoartritis, pie diabético, enfermedades autoinmunes, lesiones de cartílagos, fibrosis, infartos cerebrales, enfermedad de Parkinson, etc.
Es importante señalar que las células mesenquimales también podrían extraerse de la sangre del cordón umbilical y de la placenta coriónica, pero su efectividad a la hora de realizar un trasplante de células madre es de apenas un 20% en el primer caso y un 50% en el segundo, siendo prácticamente de un 100% cuando se obtienen del tejido de cordón umbilical. Del mismo modo, tienen una capacidad de crecimiento en cultivo significativamente superior. Esta versatilidad es la que ha motivado ampliar el banco de sangre de cordón umbilical de carácter público a la recogida del tejido de cordón umbilical –resultante de eliminar del mismo la sangre y los vasos sanguíneos que lo recorren– y la placenta.