La enfermedad celíaca puede comenzar a desarrollarse a cualquier edad. Aún cuando lo más frecuente es que se diagnostique durante la infancia, en los países desarrollados son cada vez más los adultos a los que se diagnostica esta enfermedad crónica, en la que se producen alteraciones de la mucosa del intestino delgado cuya consecuencia fundamental es que el éste no pueda absorber normalmente los nutrientes necesarios para el resto del organismo.
Se considera que la principal causa de la enfermedad celíaca es un trastorno de carácter autoinmune que, sin ser hereditario, requiere de una predisposición genética, de tal modo que si un miembro de la familia es celíaco, otros también pueden serlo. La respuesta inmunitaria se produce ante la presencia de una proteína, la gliadina, contenida en el gluten de determinados cereales, principalmente el trigo, el centeno, la cebada y la avena, así como especies híbridas de éstos.
Pero, además de una predisposición genética, para que se produzca la respuesta autoinmune ante la presencia de gluten es necesario un factor desencadenante para que se inicie el desarrollo de la enfermedad celíaca. Entre ellos pueden citarse la cirugía abdominal en el caso de los varones o el parto si se trata de una mujer.
Factores genéticos de la enfermedad celíaca
La enfermedad celíaca no es hereditaria, pero sí es necesaria una predisposición genética para que se produzca. Y esta susceptibilidad parece estar ubicada en el cromosoma 6, dada la implicación en el desarrollo de la enfermedad de una parte del sistema inmunitario cuya función es la de identificar y vigilar todas aquellas células que no pertenecen al organismo y al que se conoce como sistema HLA.
Éste puede presentar muchas variaciones en su estructura y algunas de ellas tienen una implicación directa en otras enfermedades autoinmunes, tales como el lupus. En el caso de la enfermedad celíaca el 95% de los pacientes presenta la variación denominada HLA DQ2, mientras que un 5% expresa la HLA DQ8.
Un análisis genético que se realiza mediante la extracción de una muestra de sangre permite identificar estas variaciones sin problema alguno. De ahí que se considere necesario someter a los parientes más próximos de un celíaco a esta prueba de identificación del sistema HLA que predispone a sufrir esta enfermedad.
Si el resultado es positivo, lo que ocurre en aproximadamente un 10% de los casos, estas personas deberán ser sometidas a un seguimiento clínico y adoptar medidas encaminadas a evitar que se desarrolle la enfermedad.