No hay tratamiento farmacológico para la enfermedad celíaca. Únicamente el seguimiento estricto y durante toda la vida de una dieta completamente libre de gluten, aunque no cura la enfermedad, si puede evitar las complicaciones de la misma e incluso eliminar los síntomas característicos. El incumplimiento de esta dieta conlleva, además, un incremento del riesgo de sufrir un linfoma o un cáncer de esófago.

Además de la dieta sin gluten caben otras actitudes de carácter preventivo:
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Evitar el desarrollo de la enfermedad en aquellas personas que están predispuestas genéticamente, por tener antecedentes familiares o habérsele detectado mediante un sencillo análisis genético la presencia de alteraciones del sistema HLA (HLA DQ2 en el 95% de los casos y HLA DQ8 en el resto). En la actualidad se estudia la eficacia de iniciar lo antes posible un tratamiento que confiera tolerancia al gluten.
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Lograr el diagnóstico precoz en aquellas personas que ya han comenzado a desarrollar la enfermedad.
- Evitar la aparición de enfermedades asociadas que se consideran asociadas a la enfermedad celíaca: diabetes tipo 1, dermatitis herpetiforme, gastritis atrófica, alopecia areata, algunas enfermedades autoinmunes, hipoesplenismo, epilepsia, ataxia, neuropatía periférica, trastornos psiquiátricos, cirrosis biliar primaria o trombosis venosa, entre otras. .