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Rehabilitación párkinson

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Centros especializados en rehabilitación de párkinson

En Sanitas Mayores, sabemos que los cuidadores de personas con párkinson son fundamentales para garantizar su bienestar, por eso contamos con los mejores expertos en rehabilitación de párkinson para mejorar su calidad de vida. Lo conseguimos estudiando su caso, sus hábitos, personalidad y necesidades para prestar los mejores cuidados y servicios para él y su familia de manera personalizada. 

Desde las fases iniciales de la enfermedad, las terapias no farmacológicas son muy importantes para conseguir una mejor respuesta a los tratamientos que aplicamos. Nuestras residencias y centros de día, son otro lugar perfecto donde poder realizar actividades que favorecen la socialización, en un entorno adaptado y con actividades ideadas para personas con esta enfermedad.

¿Qué es la enfermedad de párkinson?

El párkinson es un tipo de trastorno neurodegenerativo que afecta al sistema nervioso central de manera crónica y progresiva. La enfermedad de Parkinson es un tipo de trastorno del movimiento que aparece cuando las neuronas no producen suficiente cantidad de dopamina, lo que hace que el control de los movimientos se vea alterado, dando lugar a los síntomas motores típicos como el temblor en reposo o la rigidez.

Es la segunda enfermedad con mayor prevalencia después del alzhéimer.

Fases del párkinson 

El párkinson pasa por diferentes fases según la escala de Hoehn y Yahr, en función de la progresión que va sufriendo esta enfermedad.

  • Estadio I
    Se basa en la afectación unilateral (un lado del cuerpo). Los síntomas suelen ser temblores en alguna de las extremidades y algunas dificultades en su movilidad. Otros síntomas pueden ser rigidez y discinesias (movimientos anormales e involuntarios).
  • Estadio II
    La fase 2 de párkinson se basa en la afectación bilateral (ambos lados del cuerpo) sin alteración del equilibrio. La postura corporal comienza a deteriorarse y encorvarse un poco hacia delante. Las actividades de la vida diaria pueden complicarse debido a la aparición de la bradicinesia (lentitud de movimiento).
  • Estadio III y IV
    En la fase 3 y 4 del párkinson encontramos la afectación bilateral, con afectación del equilibrio, aumentando el grado de dependencia según evoluciona la enfermedad. Todos los síntomas anteriores se agravan y la dificultad para caminar y mantener el equilibrio correctamente, pueden ser un gran problema en estos estadios. Estas dificultades pueden ocasionar caídas. También puede haber dificultad en el habla y dolor muscular.
  • Estadio V
    En la fase 5 del párkinson, la persona necesita ayuda para realizar cualquier tipo de actividad y las alteraciones y dificultades al hablar se acentúan cada vez más.
  • Estadio V avanzado
    La fase 5 avanzada del párkinson se encuentra pasados los 5 a 8 años de la enfermedad, la persona suele desarrollar complicaciones motoras y síntomas no motores que no responden adecuadamente a la medicación, se alternan periodos de buen y mal control de los síntomas y el "efecto on-off", lo que implica el aumento del nivel de dependencia

Síntomas del párkinson

Síntomas motores

  • Temblor: el temblor es el síntoma que más asociamos a la enfermedad de párkinson. Este síntoma a menudo comienza en una mano, el pie o incluso la mandíbula, suele aparecer en estado de reposo o en situaciones de mucho estrés.
  • Rigidez: la rigidez en las personas con párkinson presenta una resistencia al movimiento de su cuerpo. Se puede padecer dolores musculares debido a que permanecen tensos y contraídos durante mucho tiempo.
  • Bradicinesia: se trata de la lentitud en los movimientos o pérdida de los movimientos espontáneos y voluntarios. Este síntoma es uno de los más frustrantes, ya que la persona no puede realizar rápidamente los movimientos rutinarios de su día a día.
  • Inestabilidad postural: este síntoma presenta problemas para estar de pie o incluso caminar. La persona puede tener dificultades para mantener el equilibrio y coordinarse, lo que puede producir caídas.
  • Dificultades al caminar: debido a la perturbación de los movimientos y su lentitud, se pueden experimentar dificultades al caminar. Por ello, es común ver a pacientes de párkinson caminando muy despacio y dando pasos muy cortos.

Síntomas no motores

Neuro-psiquiátricos: Trastornos afectivos, alteraciones cognitivas, alucinaciones y delirios, demencia y trastornos del control de impulsos.

¿Cómo se diagnóstica la enfermedad de Parkinson?

Es importante saber qué hacer cuando sospechamos que algún ser querido puede estar en los primeros estadios de la enfermedad. Un diagnóstico precoz puede ser clave para retrasar su desarrollo.​

El párkinson se diagnostica mediante manifestaciones clínicas, ya que es una enfermedad que no cuenta con marcadores que puedan aparecer al realizar un análisis de sangre o de laboratorio.

La exploración física de la persona junto con la historia médica familiar deben ser estudiadas minuciosamente, porque aunque no suelen ser los casos más frecuentes, el párkinson puede presentar una herencia genética. El 90% de los casos de párkinson no se deben a una alteración genética concreta.​

A la hora de diagnosticar la enfermedad de Parkinson, el médico puede llevar a cabo diferentes pruebas complementarias de neuroimagen, como puede ser una resonancia magnética nuclear para descartar otros posibles trastornos

Tratamiento y rehabilitación para el párkinson

Tratamiento del párkinson farmacológico

  • A día de hoy, no se dispone de un tratamiento curativo para las personas que padecen párkinson, la medicación se centra en reestablecer el contenido de dopamina en el cerebro con el objetivo de mejorar los síntomas y la calidad de vida. Encontramos estos fármacos:
  • Precursores de la dopamina (principio activo Levodopa): es un fármaco que en nuestro organismo se transforma en dopamina. Se suele administrar junto a otros medicamentos para que su eficacia sea mayor.
  • Inhibidores de la MAO-B/COMT: son fármacos que permiten aumentar la disponibilidad de la dopamina en el cerebro al inhibir las enzimas que la degradan.
  • Agonistas de la dopamina: estos fármacos actúan como si fueran dopamina, activando sus receptores y resultan eficaces para controlar los síntomas en estados iniciales.
  • Anticolinérgicos: son fármacos que reducen o anulan los efectos producidos por el neurotransmisor acetilcolina y ayudan a reducir el temblor y la rigidez. Se usan además para reducir el exceso de salivación.
  • Amantadina: es un fármaco que aumenta la liberación de dopamina y disminuye las discinesias. Se suele administrar en etapas tempranas para retrasar el inicio del tratamiento con levodopa.
  • Cirugía para la enfermedad de Parkinson: en los últimos años, se han realizado estudios que han llevado a grandes progresos en las técnicas quirúrgicas. Para el tratamiento del párkinson, puede considerarse en los casos en los que la terapia mediante medicamentos no es suficiente.

Tratamiento del párkinson no farmacológico

Las terapias rehabilitadoras son elementos fundamentales en el manejo global de la enfermedad de Parkinson y han de ser adaptadas a las necesidades de cada persona. El objetivo es que la persona consiga una mayor autonomía e independencia, que le permita afrontar las dificultades en la vida diaria.

  • Fisioterapia: tiene como objetivo mejorar la calidad de los movimientos, el control postural, la marcha y la estabilidad; así como reducir la espasticidad, los temblores y la fatiga. Todo ello para fomentar la autonomía personal.
  • Logopedia: se trabaja con el logopeda toda la parte motora, hipofonía y trastornos del habla, mediante el diagnóstico, la rehabilitación y la prevención de los trastornos de la comunicación.
  • Terapia ocupacional: trabaja las actividades básicas e instrumentales de la vida diaria con el objetivo de mantener la autonomía de la persona y favorecer su participación para conseguir la mayor independencia posible en los diferentes ámbitos de la vida.
  • Psicología: aborda aspectos emocionales, cognitivos y conductuales con el objetivo de reducir el impacto de los síntomas en la vida diaria.

En nuestras residencias y centros de día tratamos el párkinson con un equipo multidisciplinar y terapias no farmacológicas.

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