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Rehabilitación y recuperación de ictus

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Centros especializados en cuidados tras un ictus

Trabajamos con un equipo multidisciplinar, para conseguir una rehabilitación efectiva tras sufrir el accidente cerebrovascular y que tu familiar se reincorpore a la vida cotidiana con la mayor normalidad posible.

El objetivo es prevenir complicaciones futuras, ayudar a detectar signos y cómo debemos actuar, crear un programa de rehabilitación post ictus y ayudar para reducir factores de riesgo y hábitos dañinos. 

¿Qué es un ictus cerebral?

Entendemos el ictus o accidente cerebrovascular (ACV) como un trastorno de la circulación cerebral (por una obstrucción o por una hemorragia) que afecta una parte del cerebro y su inicio puede ser súbito o gradual.​

En los ictus embólicos, si la circulación cerebral se restablece pronto y el ictus tiene una evolución menor de 2 horas (AIT), hablamos de accidente isquémico transitorio y, en este caso, lo normal es que la capacidad funcional se recupere por completo.​

Debido al ictus, parte del cerebro no consigue el flujo de sangre, oxígeno y glucosa que necesita, provocando lesiones temporales o permanentes como consecuencia

Síntomas del ictus 

Los síntomas de un ictus pueden tardar varias horas en desarrollarse, y este tiempo denominado ventana terapéutica, es un momento clave para evitar o minimizar el daño cerebral.

  • Debilidad y pérdida de sensibilidad: pérdida repentina de fuerza o entumecimiento de cara, brazo o pierna.
  • Confusión: dificultades para hablar o entender lo que se le dice.
  • Pérdida total o parcial de la vista: problemas para ver con uno o ambos ojos.
  • Desequilibrio: pérdida de la estabilidad, derivado en problemas para caminar, y perdida de la coordinación.
  • Dolores de cabeza: severos y sin causa aparente.
  • En los casos más severos puede producir fallecimiento.

¿Cómo detectar un ictus?

El tiempo que pasa desde que comienza a producirse el accidente cerebrovascular hasta que se aplica un tratamiento adecuado, es fundamental para una recuperación sin secuelas. Ante cualquier sospecha de ictus se deben realizar estas comprobaciones y acudir a un centro sanitario sin demora:

  • Sonreír (evaluar si existe Asimetría facial): debido a la cantidad de músculos implicados en este gesto, una sonrisa puede demostrar si la persona tiene dificultades de movilidad.
  • Levantar los brazos (evaluación de la fuerza): las personas con síntomas de ictus pierden fuerza en las extremidades, por lo que levantar las extremidades superiores ayuda a detectar este accidente.
  • Hablar (evaluación lenguaje): la dificultad en el habla y en el entendimiento es otro de los síntomas del ictus cerebral. Si se está  produciendo el ictus, la persona no hablará con claridad.

Tipos de ictus o accidente cerebrovascular

Existen dos tipos de accidente cerebrovascular:

Ictus isquémico: es causado por la obstrucción de una arteria cerebral, debido a este bajo flujo de sangre, se pueden producir infartos cerebrales irreversibles. Si el accidente es pasajero, hablamos de Ataque Isquémico Transitorio o AIT. Sus consecuencias en el cerebro suelen ser catastróficas y los síntomas producidos muy incapacitantes. En esta categoría encontramos:

  • Ictus trombótico, aterotrombótico o trombosis cerebral
  • Ictus embólico o embolia cerebral
  • Ictus hemodinámico

Ictus hemorrágico: también denominado hemorragia cerebral, se debe a la rotura de una arteria y al posterior derrame de la sangre en el cerebro, lo que produce una falta de riego consecuente en una parte del cerebro, además de una compresión de estructuras del sistema nervioso central. Generalmente, se debe a la hipertensión arterial, al consumo de alcohol, a determinadas enfermedades de la sangre, al uso de fármacos anticoagulantes o al consumo de drogas. En esta categoría encontramos:

  • Hemorragia intracerebral
  • Hemorragia subaracnoidea

Recuperación y rehabilitación tras un ictus

Rehabilitación de ictus con terapia ocupacional

Actividades básicas de la vida diaria y estimulación cognitiva

  • Mejorar y/o mantener el rendimiento cognitivo y funcional, incrementando la autonomía y la identidad personal en las actividades ocupacionales del residente.
  • Conseguir mejorar la autoestima y autoconfianza del residente al potenciar la actividad y reforzar positivamente su participación y los logros conseguidos.
  • Pautar aquellas ayudas técnicas necesarias, control postural…
  • Compensar los déficits cognitivos para conseguir la máxima autonomía.

Valoración y tratamiento de las alteraciones de la deglución

  • Procurar seguridad y eficacia en la nutrición del residente
  • En aquellos casos en los que la disfagia sea reversible, se irá trabajando progresivamente para conseguir normalizar la textura de la dieta a la necesaria en cada momento.

 

Rehabilitación de ictus con animación sociocultural

Actividades socio-culturales 

Evitar la desconexión del entorno y fortalecer las relaciones sociales.

 

Rehabilitación de ictus con psicología 

Soporte emocional

  • Minimizar el estrés y evitar reacciones psicológicas anómalas.
  • Potenciar el desarrollo de la autoestima.

¿Cuánto tiempo hay que estar en rehabilitación tras un ictus?

  • 3-6 meses de recuperación: estos meses son los más importantes para la rehabilitación del ictus, ya que es cuando se recupera la mayor parte de los movimientos voluntarios.
  • Hasta 2 años de mejoras: los pacientes de ictus pueden seguir mejorando el lenguaje, el equilibrio y otras tareas rutinarias; pasados los 6 primeros meses de recuperación hasta los 2 años.
  • Enfoque multidisciplinar: los programas de rehabilitación del ictus implican a un amplio equipo médico (por la cantidad de áreas que se ven afectadas en el accidente), así como a los familiares, cuidadores y a la propia persona afectada.

Cómo prevenir el ictus

Los hábitos de vida influyen a la hora de producirse un accidente cerebrovascular, una rutina de vida saludable es esencial para evitar este problema.

  • Dieta equilibrada: para que nuestra dieta sea realmente un tratamiento para el ictus, debe ser variada y saludable. Además, debemos evitar aumentos del colesterol malo (LDL), para reducir las posibilidades de obesidad, que es un factor de riesgo para poder desarrollar un ictus.
  • Ejercicio diario y moderado: la falta de ejercicio y el sedentarismo pueden ocasionar muchos problemas que, en conjunto, pueden convertirse en un motivo de ictus.
  • Evitar fumar: tanto fumar como exponerse al humo del tabaco de forma pasiva, aumentan las posibilidades de sufrir un ictus.
  • Disminuir el consumo de alcohol: es importante hacer un consumo responsable y moderado de alcohol.
  • Controlar la tensión: es fundamental controlar la tensión arterial para prevenir y evitar recaídas en los ictus. Es muy importante seguir las recomendaciones médicas para un control efectivo.

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