La cirugía refractiva realizada con LASIK permite corregir la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo, que se caracterizan por una alteración de la curvatura de la córnea. De hecho, el objetivo de esta cirugía es remodelar la córnea, de tal modo que su forma se aproxime lo más posible a la que caracteriza a una vista normal. Hay que tener en cuenta que no siempre se recupera la vista en su totalidad, aunque sí lo suficiente como para que se pueda considerar como normal. El grado de satisfacción de los pacientes que han optado por la cirugía refractiva es de aproximadamente el 98%.
Quien se somete a este tipo de intervención ha de afrontarla con expectativas realistas, pues la visión sin gafas o lentillas puede no ser perfecta, aunque sí casi perfecta y suficientemente correcta para realizar cualquier tipo de actividad. No obstante, algunas personas pueden necesitar una segunda intervención para obtener los mejores resultados posibles. En este caso, podrían tener problemas de deslumbramiento con las luces durante meses e incluso de manera permanente.
También hay que señalar que la cirugía LASIK no es apta para corregir totalmente miopías de altas graduaciones, por encima de las 12 dioptrías. En tales casos caben dos opciones: contentarse con utilizar gafas para cubrir las dioptrías que no se han podido eliminar, u optar por que se le coloque lo que se denomina una lente intraocular fáquica, lo que le permitirá evitar el uso de gafas.
Otra de las limitaciones de la cirugía refractiva con LASIK se refiere a los ojos cuya córnea es muy delgada, ya que en este caso el margen de maniobrabilidad a la hora de remodelarla con el láser para que recupere su curvatura normal es muy limitado.
Asimismo, el hecho de haberse sometido a una cirugía refractiva plantea complicaciones técnicas en el caso de una posterior intervención de cataratas. Es lo que los oftalmólogos denominan sorpresa refractiva y que se caracteriza por la gran dificultad para calcular las características de la lente que se debe implantar en el ojo del paciente para que éste disfrute de una buena capacidad visual.
Cirugía lasik y presbicia
La cirugía LASIK no permite corregir la presbicia o vista cansada, por lo que lo que las personas que tengan este problema además de la miopía tendrán que seguir utilizando gafas para leer o ver de cerca.
Las personas que tienen miopía (o hipermetropía o astigmatismo) y presbicia, tienen en la actualidad la posibilidad de recurrir a la implantación en el ojo de lentes intraoculares trifocales que permiten resolver simultáneamente, por ejemplo, la miopía, la hipermetropía y la presbicia.