El uso de óvulos vaginales es una práctica médica muy común para tratar infecciones como la candidiasis, vaginosis bacteriana u otros desequilibrios en la flora vaginal. Aunque se trata de un tratamiento sencillo, muchas mujeres tienen dudas sobre cómo se pone un óvulo, si lo están haciendo correctamente o qué hacer después de colocarlo.
Preparación antes de la aplicación de óvulos vaginales
Antes de introducir un óvulo vaginal, es importante preparar el entorno y tu cuerpo. Esta fase previa garantiza que el tratamiento se aplique de forma correcta y evita molestias o complicaciones innecesarias.
¿Qué necesitas saber antes de empezar?
- Lee siempre las instrucciones del medicamento: algunos requieren conservación en frío o incluyen un aplicador desechable.
- Lávate bien las manos con agua y jabón antes de manipular el óvulo o el aplicador.
- Si tienes la menstruación, consulta con tu médico: en algunas infecciones puede colocarse el óvulo durante el periodo, pero en otras reduce la eficacia.
- Si presentas sangrado anormal (no relacionado con la regla), busca atención médica antes de iniciar el tratamiento.
Condiciones óptimas para la aplicación
Lo más recomendable es aplicarlos por la noche antes de acostarse, ya que el óvulo permanece más tiempo en la vagina y aumenta su eficacia.
Ten a mano una compresa o salvaslip: es normal que al disolverse parte del óvulo salga en forma de flujo blanco. Esto no significa que el tratamiento no funcione, sino que se está liberando el principio activo.
Guía paso a paso sobre cómo se pone un óvulo
Saber exactamente cómo poner un óvulo es esencial para evitar molestias y garantizar que el tratamiento funcione como debe. Aunque puede parecer incómodo al principio, con esta guía te resultará más fácil y natural.
Posiciones recomendadas para la inserción
La postura depende de lo que resulte más cómodo:
- Acostada con las rodillas flexionadas.
- De pie con una pierna sobre una superficie elevada (silla, borde de la cama).
Lo importante es relajar los músculos vaginales para que la inserción sea suave y sin molestias.
Si utilizas aplicador, introdúcelo según las instrucciones.
Si no lo tiene, puedes colocarlo con los dedos, empujándolo suavemente lo más profundo posible en la vagina: la temperatura corporal hará que se disuelva.
Consejos sobre cómo colocar un óvulo
- No fuerces la inserción: si hay resistencia, cambia de postura y relaja la musculatura.
- Mantén el óvulo a temperatura ambiente antes de colocarlo para evitar que esté demasiado duro.
- Quédate tumbada al menos 10–15 minutos tras la colocación (ideal hacerlo antes de dormir).
- No te preocupes si al día siguiente notas restos: es normal y esperado.
Cuidados y recomendaciones después de la aplicación
Los cuidados posteriores también son una parte importante del proceso de cómo ponerse un óvulo para asegurar la eficacia del tratamiento y evitar efectos secundarios.
Efectos secundarios comunes
- Puede aparecer una leve sensación de picor o ardor, sobre todo si la mucosa está inflamada por la infección. Esto suele ser transitorio.
- El flujo blanco cremoso posterior corresponde a los excipientes del óvulo, no es pus ni empeoramiento.
Recomendaciones médicas
- Completa el tratamiento: no lo interrumpas aunque los síntomas mejoren tras las primeras aplicaciones.
- Durante los días de uso, se recomienda evitar relaciones sexuales para no reducir la eficacia del medicamento ni aumentar la irritación.
- Si estás embarazada o en lactancia, consulta siempre con tu ginecólogo antes de usar óvulos, incluso si son de venta libre: no todos son seguros en todas las etapas.
- Si presentas picor intenso, ardor persistente, sangrado, o síntomas que no mejoran tras el tratamiento, acude al médico. Puede ser necesario ajustar el diagnóstico o cambiar la medicación.
Los óvulos vaginales son un tratamiento seguro y eficaz cuando se utilizan de forma correcta. La clave está en seguir las instrucciones del medicamento, completar la pauta y consultar al médico en caso de dudas o síntomas persistentes. Automedicarse sin diagnóstico adecuado puede retrasar el tratamiento correcto y empeorar el problema.