Mi madre ingreso en noviembre de 2024 y falleció allí a mediados de junio. Durante todo ese tiempo, acompañaron a mi madre en la evolucion de su enfermedad (parkinson), la cuidaron, le dieron cariño, la hablaban con respeto y cariño, la verdad que, para mí, son un equipo muy humano. El equipo auxiliar la trato con mucho cariño y mucho cuidado, daban la alarma cuando ella sufría infecciones de orina o cuando tenía alguna crisis de espasticidad, su dedicación en su alimentación fue increíble. El equipo técnico y sanitario, son un equipado de 10. Desde finales de febrero, mi madre estuvo con paliativos, y la acompañaron y le dieron calidad de vida hasta el final. La dirección y las supervisoras nos apoyaron mucho y nos facilitaron las estancias para estar con ella los últimos días de vida. Sólo tengo buenas palabras para todos ellos, la verdad, trataron a mi madre muy bien, y la cuidaron y le dieron mucho cariño en sus ultimos meses de vida. En cuanto a las críticas que he leído sobre las comidas, nosotros hemos comido el mismo menú la última semana de vida de mi madre, mientras nos quedábamos allí durante el proceso de agonía, y la comida está buena. En cuanto a la lavandería, a mi madre no se le ha perdido nada de ropa. De todas formas, es un centro grande con mas de 200 usuarios, lo normal es que se pierda ropa. Las estancias están limpias, siempre que hay alguna incidencia, llaman a limpieza y rápido acude.