Nunca hasta el pasado mes de julio tuve la necesidad de recurrir a una residencia para el cuidado de mi padre, enfermo de alzhéimer y, afortunadamente, nuestra experiencia ha sido inmejorable.
Quiero dar las gracias a todo el personal por el cariño, cuidado y profesionalidad con que nos han atendido en todo momento. Han sido solo cuatro meses, pero lo cierto es que nos llevamos un gratísimo recuerdo de todos vosotros.
Me gustaría destacar, entre otras cosas, las actividades lúdicas que tienen lugar por la tarde de muchos días laborables (baile, canción, castañuelas, gimnasia...), que hacen que las tardes sean mucho más agradables y llevaderas para todos los mayores y sus allegados, aparte de ser un gran estímulo para ciertas patologías. Creedme, ¡¡esto ya lo estamos echando de menos!!
Por otro lado, el entorno del centro resulta muy agradable para el paseo y disfrutar del aire libre y del sol: muchos árboles, jardines, bancos para sentarse, etc.
Ojalá que todos los mayores de vuestro centro y sus familiares perciban el cariño que hemos sentido nosotros en este período.
¡Gracias por todo!
Alberto y flia.