En las personas mayores sufrir la gripe puede ser muy peligroso para su estado de salud. Prevenirla y realizar los cuidados adecuados si ya están enfermos nos ayudará a evitar las complicaciones derivadas de esta enfermedad.
La gripe es una infección de tipo vírico que se transmite con facilidad de unas personas a otras. En personas mayores es especialmente importante prevenir esta enfermedad ya que puede tener consecuencias muy graves para el bienestar cuando ya se encuentran debilitadas debido a la edad u otros problemas de salud.
El otoño y el invierno son las estaciones en las que el virus aparece con mayor frecuencia en nuestro país por lo que es importante empezar a tomar medidas para prevenir su contagio.
Medidas de prevención
- Vacunarse contra la enfermedad. La Organización Mundial de la Salud recomienda especialmente la vacuna contra la gripe a las personas en riesgo de sufrir complicaciones derivadas de esta enfermedad como son las personas mayores, embarazadas y aquellos que sufren enfermedades crónicas.
- Evitar el contacto con personas ya enfermas. El virus de la gripe se transmite fácilmente y con rapidez de unas personas a otras. Limitar el contacto con las personas enfermas ayuda a reducir el contagio.
-
Mantener una higiene adecuada. La higiene es fundamental para reducir la posibilidad de coger el virus para ello se recomienda lavar las manos regularmente y taparse la boca y nariz al toser o estornudar.

Cuidados del mayor
- Ve al médico ante los primeros síntomas de gripe. Fiebre alta, dolor muscular, tos seca, aumento de mucosidad e intenso malestar son los primeros síntomas de esta enfermedad. Acude a tu profesional de salud para que pueda proporcionar el tratamiento adecuado para el estado concreto de la persona mayor a tu cargo.
- Procurar que descanse lo suficiente. Es importante procurar que se mantenga acostado para que no sufra fatiga que le haga sentirse más debilitado. El organismo necesita estar fuerte para luchar contra la enfermedad.
-
Mantenerle hidratado. La fiebre y el malestar pueden hacer que se deshidrate con facilidad. Hay que intentar que consuma al menos dos litros de agua al día aunque sea a través de zumos, sopas o dando pequeños sorbitos de agua con frecuencia.
Si los síntomas persisten durante más de dos semanas acude a vuestro médico de cabecera ya que puede tratarse de una infección de mayor gravedad.
Tras el verano consulta con tu centro sanitario el calendario de la campaña de vacunación contra la gripe. La prevención a través de la vacuna antigripal es la mejor aliada para combatir una enfermedad que puede llegar a afectar muy gravemente la delicada salud de las personas mayores.