Para muchas personas mayores la soledad no es fruto de una decisión propia, sino una situación impuesta por la propia vida. De hecho, el 30% de las personas mayores españolas se enfrentan a esta realidad que es un importante factor de riesgo para la salud, tanto física como mental. La soledad es una situación que puede inducir múltiples patologías en las personas mayores, tales como depresión, deterioro cognitivo, demencia, enfermedades cardiovasculares, desnutrición, y otras derivadas del hecho de no tomar correctamente la medicación o incluso olvidarla.
Una cosa es vivir solo y otra muy diferente sentirse solo. Y esto último es lo que le ocurre a muchos mayores. Y es un problema del que muchas veces la propia familia entra en la ecuación, tanto en lo que se refiere a la causa como a la posible solución. Es la propia familia la que debe incentivar que sus mayores mantengan su actividad social, disfruten del ocio, se sientan útiles y al mismo tiempo mantengan su independencia, siempre que estén capacitados para ello. Si no lo están habrá que preocupase de que no se sientan solos.
Mantenerse activos
En la actualidad existen muchos recursos para evitar la soledad de las personas mayores, tales como la participación en asociaciones culturales, programas de voluntariado, cursos y talleres de todo tipo. Y también hay lugares donde realizarlas al mismo tiempo que se mantiene una buena actividad social: hogares del pensionista, centros culturales, centros para mayores, etc. Los tradicionales viajes del Imserso y los que ahora también ofrecen las agencias de viajes a precios reducidos son también una buena opción para la ocupación del ocio.
Finalmente, hay numerosas organizaciones de voluntariado en las que las personas mayores pueden desempeñar una importante labor y sentirse realmente útiles. Desde las actividades que pueden realizar en la parroquia, (roperos, comedores sociales, etc.) pasando por otras en las que incluso pueden ayudar a otras personas mayores con algún grado de dependencia a no sentirse solas.

Personas con limitaciones
Pero hay personas cuyas capacidades físicas pueden estar limitadas y necesitan una atención especial para evitar que se sientan solas y, además mantengan una actividad física y mental básica. Los servicios sociales del ayuntamiento local y las Comunidades Autónomas pueden ofrecer mucha información sobre programas concretos dirigidos a este objetivo.
Estas personas pueden ser beneficiarias de la actividad de numerosas organizaciones de voluntariado que les ofrecen posibilidades de todo tipo:
- Visitarles en casa.
- Llevarles comida.
- Ayudarles a limpiar la casa.
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Sacarles a pasear, etc.
También cabe la posibilidad de llevarlas a Centros de Día en los que pueden recibir una atención especial incluso rehabilitadora. Otra opción es que alojen a un estudiante que a cambio de la habitación pasen tiempo con ellas y se ocupen de las tareas básicas de la casa. Las opciones son numerosas, pero es responsabilidad de la familia el que sus mayores puedan acceder a ellas y no sientan la soledad.
Puedes consultar más información sobre las residencias y centros de día que Sanitas tiene repartidos por la geografía española.