La cirugía de la próstata supone la extracción parcial o total de esta glándula y se realiza básicamente ante la existencia de dos posibles patologías: hiperplasia benigna de próstata (HBP) y cáncer de próstata. Ambas enfermedades se diagnostican mediante una analítica de sangre (PSA) y la sintomatología urinaria asociada: sangrado, micción lenta y entrecortada, vaciado incompleto de la vejiga, infecciones repetitivas de orina, y en el caso de la HBP no haber respondido al tratamiento farmacológico previo.
Existen diferentes técnicas de cirugía de la próstata y la elección de una u otra dependerá de la patología que se va a tratar:
Hiperplasia benigna de próstata
El tamaño de la próstata determinará la técnica quirúrgica a utilizar, dependiendo si el objetivo es la resección parcial o total de la glándula:
1) Resección transuretral (RTU): es una técnica de cirugía mínimamente invasiva, que en general se realiza de forma ambulatoria. Se introduce un catéter con el instrumental quirúrgico a través del orificio del pene con el fin de vaporizar el tejido de la pared interna de la próstata, preservando la externa. Se practica bajo anestesia general, epidural o local, teniendo en cuenta el estado de salud del paciente.
Existen diferentes técnicas de RTU:
- Prostatectomía con láser.
- Ablación transuretral con aguja: se utilizan agujas que se calientan mediante ultrasonidos.
- Termoterapia transuretral por microondas: el calor necesario para destruir el tejido se genera por medio de microondas.
- Electrovaporización transuretral: se realiza mediante la aplicación de corriente eléctrica de alto voltaje.
- Incisión transuretral: se practican pequeñas incisiones en el punto de encuentro de la próstata con la vejiga con el fin de ensanchar la uretra y de esta forma facilitar la micción.
2) Prostatectomía simple: el objetivo es extirpar la parte interna de la próstata, pero en este caso mediante una laparoscopia o una cirugía abierta, especialmente cuando el tamaño de la próstata es excesivamente grande para realizar una RTU.
Cáncer de próstata
En este caso se elimina la glándula en su totalidad (prostatectomía radical) e incluso puede requerir la resección de las vesículas seminales. Es el tratamiento indicado para el cáncer de próstata. Puede realizarse mediante diferentes técnicas:
- Prostatectomía radical retropúbica mediante una incisión en la zona abdominal.
- Prostatecomía laparoscópica.
- Prostatectomia radical perineal mediante una incisión en el perineo.
Riesgos de la cirugía de la próstata
Los riesgos asociados a la cirugía de la próstata son los propios de cualquier intervención quirúrgica, pero también otros más específicos:
- Eyaculación retrógrada (el semen no sale al exterior, sino que va a la vejiga y se elimina con la orina).
- Disfunción eréctil.
- Esterilidad.
- Incontinencia fecal y/o urinaria.
- Estenosis uretral (estrechamiento de la uretra a consecuencia de la cicatrización de tejidos).