La regularización del reborde alveolar es un procedimiento quirúrgico por el que se eliminan irregularidades del hueso alveolar (protuberancias y crestas agudas) que dificulten el apoyo correcto de una prótesis dental removible, causando la irritación e inflamación de la zona de soporte. Estas protuberancias o crestas agudas pueden originarse a causa de la extracción de piezas dentales, por hiperplasias alveolares o malformaciones congénitas (torus, crestas y apófisis).
Para llevar acabo regularización del reborde alveolar es necesario realizar previamente una exploración física y radiológica del paciente y confeccionar un molde que sirva de guía para la planificación de la cirugía a la hora de determinar cuánto desgaste y dónde se ha realizar sobre el hueso. Si el paciente aún conserva algún diente, se procede a su extracción y posteriormente se descubre el hueso maxilar en las zonas donde es necesario realizar el desgaste, lo que se lleva a cabo manualmente o con un instrumental mecánico rotatorio (fresa), preservando al máximo el periostio.

Como cualquier cirugía, la regularización del reborde alveolar no esta exenta de complicaciones pudiéndose producir lesiones en vasos sanguíneos y nervios, edemas, hematomas, dolor (neuralgias), etc. También es posible que se reproduzca alguna de las irregularidades del reborde alveolar que se han corregido.