El dolor que empieza en la zona posterior de la boca puede irradiarse hasta lugares inesperados. No es raro que una persona se pregunte si una infección en la muela puede afectar el oído o incluso la garganta. Especialmente cuando el malestar viene acompañado de fiebre, inflamación o molestias para tragar o escuchar con claridad.
Las muelas del juicio, también conocidas como cordales, son piezas que suelen erupcionar en la adultez temprana y no siempre lo hacen de forma adecuada. Cuando quedan parcialmente retenidas, generan una puerta de entrada para bacterias que puede terminar en infección. Lo sorprendente es que este problema odontológico no siempre se manifiesta solo como dolor de muela del juicio, sino que puede causar dolor de oído y garganta al mismo tiempo.
¿Cómo se relacionan los dientes con el oído y la garganta?
Anatómicamente, la boca, el oído y la garganta están estrechamente conectados. Las muelas del juicio están ubicadas muy cerca del conducto auditivo y del área posterior de la faringe. Esto significa que cuando se produce una infección en una muela, especialmente si se trata de un cordal inferior, la inflamación puede extenderse a estructuras vecinas.
Por esta razón, una infección de muela puede afectar el oído generando molestias, sensación de oído taponado o incluso pérdida leve de audición. Del mismo modo, una infección en la muela puede afectar la garganta, provocando dolor al tragar o irritación persistente que no mejora con analgésicos comunes.
Esta cercanía anatómica también puede explicar por qué es difícil distinguir si el origen del dolor está en la muela del juicio, el oído o la garganta. Muchas veces se necesita una exploración dental completa y una radiografía panorámica para identificar la causa.
Síntomas comunes: dolor de muela, oído y garganta al mismo tiempo
Sentir molestias en varias zonas del rostro a la vez puede parecer extraño. Sin embargo, cuando se trata de una infección en la muela del juicio, el dolor puede extenderse sin aviso previo a otras áreas.
Dolor de muela del juicio y molestias en el oído
Cuando la muela no ha salido del todo o está mal posicionada, puede inflamarse el tejido que la rodea. Esta inflamación provoca presión en los nervios cercanos al oído, lo que produce una sensación punzante o continua en esa zona. De ahí que muchas personas noten que su muela del juicio causa dolor de oído sin tener una otitis como tal.
Las muelas del juicio causan dolor de oído especialmente si la infección ha avanzado a los tejidos blandos cercanos o si existe formación de pus. En estos casos, el antibiótico suele ser imprescindible para controlar el cuadro.
Irradiación del dolor hacia la garganta: ¿es normal?
Sí, es completamente normal que una infección en una muela cause dolor en la garganta. Esto ocurre por dos motivos: primero, porque la infección puede inflamarse lo suficiente como para alcanzar la parte posterior de la cavidad oral y la faringe. Segundo, porque al tragar, se movilizan músculos cercanos a la zona inflamada, aumentando el malestar.
Muchos pacientes explican que sienten como si tuvieran una amigdalitis, cuando en realidad la causa está en un cordal infectado. Es más, el dolor de garganta por muela del juicio es una queja frecuente que a veces lleva a diagnósticos erróneos.
Infección en la muela del juicio: causas y consecuencias
Las infecciones en las muelas del juicio no aparecen de forma espontánea. Existen factores que las favorecen y consecuencias que pueden resultar peligrosas si no se tratan a tiempo.
¿Por qué se infectan las muelas del juicio?
Las muelas del juicio pueden infectarse por erupción parcial, falta de espacio o acumulación de bacterias y restos de comida que dificultan la limpieza. Esto provoca inflamación, dolor y en ocasiones, la formación de abscesos que aumentan la molestia.
Cómo se extiende la infección a otras zonas de la cabeza
Una vez que la infección se instala en una muela del juicio, puede propagarse con rapidez. El hueso maxilar, la mejilla, la base de la lengua o el cuello pueden verse comprometidos. En casos graves, puede provocar celulitis infecciosa o abscesos faciales que requieren drenaje quirúrgico.
Existen complicaciones poco frecuentes, pero muy peligrosas. La más conocida es la angina de Ludwig, una infección severa del suelo de la boca que puede cerrar la vía respiratoria. También existe riesgo de endocarditis (infección del corazón) si las bacterias pasan al torrente sanguíneo, especialmente en personas con válvulas cardíacas dañadas.
Aunque en rarísimas ocasiones, hay casos documentados en los que una infección en la muela ha llegado al cerebro, provocando coma o afectaciones neurológicas graves.
Tratamiento y prevención del dolor irradiado por muelas
Para prevenir este tipo de infecciones y el dolor irradiado, es fundamental mantener una higiene oral adecuada, incluyendo el cepillado regular, uso de hilo dental y enjuagues bucales. Además, se recomienda realizar revisiones dentales periódicas para detectar problemas a tiempo, especialmente en las muelas del juicio que son más propensas a causar complicaciones.
Cuándo acudir al dentista por dolor combinado
Se recomienda visitar al odontólogo cuando haya dolor persistente en la zona posterior de la boca, especialmente si viene acompañado de fiebre, enrojecimiento de las encías, secreción o dolor al tragar. También si se sospecha que una muela del juicio está causando dolor de oído y garganta.
Antes de acudir a la consulta, muchas personas toman antiinflamatorios como ibuprofeno. Aunque esto puede aliviar el dolor temporalmente, enmascara los síntomas y dificulta el diagnóstico. Es preferible tomar paracetamol, ya que no reduce la inflamación de forma significativa y permite al dentista observar mejor la evolución.
El tratamiento habitual para una infección de muela del juicio comienza con antibióticos de amplio espectro para frenar la proliferación bacteriana. En paralelo, se valora si la pieza puede mantenerse con tratamiento conservador o si es mejor extraerla. Si se opta por la extracción, debe hacerse cuando la infección esté controlada.
Cabe recordar que una infección en la muela también puede producirse después de la extracción, especialmente si no se sigue adecuadamente la higiene indicada o se interrumpe el tratamiento con antibiótico.