La tensión mandibular es un problema común que afecta a un gran número de personas, aunque muchas veces pasa desapercibido o se confunde con otras dolencias. Consiste en una rigidez o presión en los músculos de la mandíbula que puede derivar en molestias crónicas y repercutir directamente en la calidad de vida. Esta tensión puede aparecer de forma puntual o puede mantenerse durante largos periodos convirtiéndose en un problema crónico que genera complicaciones como dolor facial, cefaleas tensionales o incluso trastornos en la articulación temporomandibular (ATM).
¿Qué es la tensión mandibular y cómo se manifiesta?
La tensión mandibular es una sensación de rigidez o presión, que genera molestias o incluso dolor en los músculos de la mandíbula, y que puede manifestarse tanto en reposo como al mover la boca. Es habitual que quienes la padecen experimenten esa tensión irradiada hacia el cuello, cabeza o cara, y en ocasiones incluso dificultades para abrir completamente la boca.
Esta dolencia no solo tiene un impacto físico, sino también emocional, ya que en muchos casos, ese malestar continuado genera irritabilidad, dificultad para concentrarse y trastornos del sueño, lo que intensifica el cuadro general. La limitación funcional que provoca puede afectar la alimentación, la pronunciación o la interacción social, especialmente si el dolor se vuelve crónico o si aparecen síntomas más graves.
Síntomas comunes de la tensión mandibular
Los signos y síntomas más habituales son dolor en la mandíbula, sensación de fatiga o pesadez en los músculos masticatorios, y chasquidos o ruidos al abrir o cerrar la boca. También es común experimentar rigidez que dificulta acciones cotidianas como hablar, masticar o bostezar.
En algunos casos, el dolor se extiende hacia las mejillas, las sienes o los oídos, generando una sensación de presión o zumbido. Muchas personas también notan que aprietan los dientes durante el día o mientras duermen, y se despiertan con dolor en la mandíbula o sensación de entumecimiento facial.
La tensión muscular continuada puede derivar en una contractura mandibular.
Síntomas específicos de la contractura mandibular
La contractura mandibular se caracteriza por un dolor localizado intenso y una sensación de bloqueo o dificultad para mover la mandíbula.
Cómo identificar una contractura mandibular
Para identificar una contractura mandibular, es importante prestar atención a ciertos signos. El principal es la limitación para abrir completamente la boca, acompañada de dolor intenso localizado en uno o ambos lados de la mandíbula. La rigidez no desaparece con el descanso y puede acentuarse por la mañana si está relacionada con el bruxismo nocturno.
También se puede observar inflamación, sensación de calor local y aumento del dolor con el movimiento mandibular.
Causas y factores que provocan tensión mandibular
La tensión mandibular puede tener múltiples causas, que van desde factores físicos hasta emocionales. La sobrecarga muscular, el estrés crónico y ciertos hábitos poco saludables son los desencadenantes más frecuentes.
Estrés y hábitos que afectan la mandíbula
El estrés es una de las causas principales, ya que puede provocar apretar o rechinar los dientes de forma inconsciente (bruxismo), generando una sobrecarga muscular. Además, hábitos como morder objetos, postura incorrecta o dormir en malas posiciones pueden contribuir.
Problemas en la articulación temporomandibular (ATM)
Alteraciones en la articulación temporomandibular (ATM) también pueden ser responsables de la tensión mandibular. Desalineaciones dentales, traumatismos o desgaste articular generan dolor y dificultan el movimiento natural de la mandíbula.
Tratamientos y soluciones para la tensión y contractura mandibular
Afortunadamente, existen diversos tratamientos y técnicas para aliviar y prevenir la tensión mandibular.
Técnicas y ejercicios recomendados
El uso de técnicas de relajación, fisioterapia y ejercicios específicos para la mandíbula ayudan a disminuir la tensión muscular. Aplicar frío o calor local también puede ser efectivo para aliviar el dolor y la inflamación.
Cuándo acudir al especialista para tratamiento
Es importante acudir al dentista o al fisioterapeuta si detectas que presentas cualquiera de los mencionados signos y síntomas., pues un diagnóstico temprano permite aplicar tratamientos adecuados y evitar complicaciones a largo plazo.