No hay diferencias sustanciales entre los resfriados que se producen en invierno con los de verano. Presentan los mismos síntomas y la misma facilidad de contagio. Pero si en invierno es el frío la causa principal de que aflore esta infección vírica de las vías respiratorias altas, en la época estival debe buscarse en los sistemas de aire acondicionado, la sequedad ambiental que estos producen y el contraste de temperaturas que se produce al salir de un local climatizado a la calle cuando las temperaturas exteriores son muy elevadas y las interiores excesivamente frías, o cuando el chorro de aire frío se proyecta directamente sobre las personas.
En este sentido, las recomendaciones de los expertos es que los climatizadores se gradúen para que la temperatura ambiente se sitúe entre los 22 y 24 grados centígrados, o los 25, si se desea seguir las directrices de ahorro de energía.
La incubación del resfriado puede se dos o tres días y su duración de una semana, con o sin tratamiento. Los síntomas de los resfriados de verano son los habituales:
- Sensación de fiebre (la temperatura corporal no suele superar los 37º).
- Sequedad de garganta.
- Tos.
- Mucosidad nasal.
- Heridas que se producen en el interior de la nariz.
Prevención de los resfriados en verano
Además de los cambios bruscos de temperatura, existen ciertos factores de riesgo que pueden favorecer la aparición de resfriados durante el verano: el cansancio, el estrés una alimentación deficitaria en vitaminas y minerales o la preexistencia de enfermedades crónicas, especialmente de las vías respiratorias.
Es por ello que la adopción de determinadas medidas puede ayudar a evitar los resfriados estivales. Para ello, además de los ya mencionados consejos sobre el uso de del aire acondicionado se deben seguir las siguientes recomendaciones:
- No zambullirse en el agua de golpe y se lleva bastante tiempo al sol o se ha realizado un ejercicio intenso.
- No ingerir bebidas demasiado frías.
- Utilizar un humidificador en casa cuando el ambiente es muy seco (hay que mantener la humedad del aire por encima del 30%).
- Seguir una dieta equilibrada, con una buena proporción de frutas y verduras.
- Aumentar el consumo de agua.
-
Lavarse frecuentemente las manos.
Tratamiento de los resfriados en verano
Es muy importante tener claro que los antibióticos no son eficaces para el tratamiento del resfriado, ya que se trata de una infección causada por virus y no por bacterias. Éste, por tanto, debe dirigirse al tratamiento de los síntomas mediante el uso de los medicamentos indicados:
- Antitérmicos para la fiebre.
- Descongestionantes nasales.
- Analgésicos.
- Antitusígenos.
- Mucolíticos y expectorantes.