El verano es una época muy propicia para tener problemas en los pies, que pueden ir desde una infección por hongos, a ampollas, sudoración excesiva, hiperqueratosis, etc. Las elevadas temperaturas, que se transmiten y aumentan en el suelo por el que se camina, el tipo de calzado que se utiliza, el tipo de materiales con que éste se ha fabricado, el uso o no de calcetines, la higiene… son muchos los factores que inducen un aumento de la sudoración de las pies y su recalentamiento y numerosos los problemas que esta circunstancia puede causar:
- Ampollas y rozaduras: se producen por la fricción del calzado y el recalentamiento del pie. El calzado puede ser abierto o cerrado, pero siempre debe ser ajustado, flexible y que facilite la transpiración del pie. En paseos largos, excursiones o caminatas, mejor utilizar calcetines de algodón que puedan absorber la humedad del sudor.
- Sequedad de la piel: suele ocurrir al caminar descalzos, especialmente cuando el suelo está muy caliente. Ésta se produce fundamentalmente en las zonas de apoyo, como los talones y el borde lateral opuesto a la curva, La piel adquiere una apariencia blanquecina y las células muertas se acumulan formando durezas (hiperqueratosis).
- Exceso de sudor: las elevadas temperaturas y el tipo de calzado que se utilice pueden incrementar la sudoración del pie, lo que puede originar la formación de grietas en los espacios interdigitales y favorecer el desarrollo de una infección fúngica.
- Pie de atleta: es una infección por hongos que se puede adquirir en piscinas, playas, duchas y baños, públicos, habitaciones de hotel o al compartir toalla o calzado con una persona infectada. La sudoración del pie y la humedad que conlleva produce la maceración del pie, que se convierte en un caldo de cultivo para el hongo. Esta infección se manifiesta con picor, olor y dolor, pudiendo causar el agrietamiento de la piel, especialmente en los espacios interdigitales y en el pliegue de la unión de los dedos a la planta del pie. También puede extender a las uñas y causar una onicomicosis.
- Verrugas plantares: es también consecuencia de una infección producida por el papilomavirus, un virus fácil de adquirir en zonas húmedas como las señaladas para el pie de atleta.