El riesgo de pancreatitis, una razón más para dejar de fumar
El aumento del ritmo cardíaco, de la viscosidad de la sangre, de la agregación de plaquetas y la vasoconstricción son algunos efectos de la nicotina sobre el organismo. A ellos hay que añadir el riesgo de sufrir pancreatitis, como ha demostrado un estudio reciente.
Sé que el tabaco es muy perjudicial para los vasos sanguíneos; que favorece el infarto tanto cerebral como cardiaco y la arteriosclerosis a nivel de las piernas. Una vez me explicaste por qué pasaba esto, pero no me acuerdo bien, ¿me lo podrías repetir?
Te explicaré algunas cosas sobre el tabaco. En el humo del cigarrillo se han aislado más de 4.000 componentes distintos. Por sus acciones sobre los vasos sanguíneos y la circulación de la sangre, citaré solamente la nicotina y el monóxido de carbono.
¿Qué acciones tiene la nicotina sobre los vasos sanguíneos?
La nicotina aumenta entre 15 y 20 pulsaciones el ritmo del corazón, por tanto, lo hace trabajar más y, en consecuencia, durará menos. En segundo lugar, la nicotina aumenta la tensión arterial durante 15 minutos hasta 20 milímetros de mercurio, la máxima, y 14 milímetros de mercurio la mínima.
La nicotina produce también una vasoconstricción, es decir, un estrechamiento de los vasos pequeños y los capilares, lo que ocasiona que llegue menos sangre a las partes más alejadas del corazón y que la temperatura de las manos y de los pies disminuya unos 3 grados centígrados. La nicotina aumenta la viscosidad de la sangre, la hace más espesa por el aumento de los hematíes, los glóbulos rojos y, por tanto, hay más riesgo de trombosis.
La nicotina produce también un aumento de la agregación de las plaquetas. Las plaquetas, como sabes, son unas células que van en la sangre y que son necesarias para la coagulación. Si tienden a agregarse de más se forman micro trombos que obstruyen los vasos sanguíneos más finos y dejan pequeños tramos sin sangre.
La nicotina favorece la aparición de arritmias en el corazón y actúa sobre la grasa, produciendo un aumento del colesterol y los triglicéridos junto con una disminución de las HDL, el llamado colesterol bueno, y un aumento de las LDL, el llamado colesterol malo.
Ya me has dicho bastante. Yo no fumo, pero si fumara intentaría dejármelo en este momento. Dime ahora las acciones del monóxido de carbono sobre el organismo.
Los hematíes, los famosos glóbulos rojos, son unas células que llevan en su interior una proteína llamada hemoglobina, capaz de transportar el oxigeno a todas las células del organismo. El monóxido de carbono tiene una afinidad, una apetencia, por la hemoglobina 240 veces mayor que el oxígeno. Por este motivo, mucha hemoglobina se va a unir al monóxido de carbono formando un compuesto llamado carboxihemoglobina. Cuanto más monóxido de carbono haya, menos oxígeno se podrá unir a la hemoglobina y, por tanto, menos llegará a las células y éstas no podrán desarrollar bien su función. Al recibir menos oxígeno las células del corazón, el riesgo de infarto es mayor. Por último, el monóxido de carbono aumenta el colesterol y la agregación de las plaquetas.
Con esto ya es bastante para dejar de fumar, pero dame más razones para que una persona deje de fumar.
El 90% de los cánceres de pulmón, se producen en personas fumadoras. Más del 80% de las personas que tienen enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) se debe al hábito tabáquico. El tabaco favorece el desarrollo de cáncer en la boca y en la lengua. ¿Quieres más razones para que una persona deje de fumar?
Sí, por favor, dime alguna más.
La última pertenece a un estudio publicado en la edición del 23 de marzo de 2009 en Archives of Internal Medicine.
¿Qué dice ese estudio?
Que fumar puede aumentar el riesgo de pancreatitis.
¿Cómo llegaron a esa conclusión?
Los autores del estudio analizaron los datos de 17.905 personas durante 20 años, para ver si fumar estaba asociado a un mayor riesgo de sufrir pancreatitis aguda o crónica.
¿Qué resultados se obtuvieron?
Al final del estudio, 235 personas habían tenido pancreatitis. El 46% de los casos de pancreatitis se atribuyeron a fumar. Los autores concluyeron que fumar era un factor de riesgo independiente para desarrollar pancreatitis.
Esto que me has contado puede ser una evidencia epidemiológica, pero ¿hay algún estudio con una base biológica que nos indique que el humo del tabaco puede afectar al páncreas?
Sí, hay estudios tanto en animales, como en humanos que demuestran que hay cambios en el páncreas y en el funcionamiento pancreático, tras la exposición al humo del tabaco.
Vale, es otra razón más para dejar de fumar.